Intentar cifrar el número de partidos dirigidos por Fabri es una tarea complicada. A sus 60 años, el gallego luce un a longeva carrera que empezó a mediados de los 80, cuando tomó las riendas de la Sociedad Gimnástica Comercial Estudiantes. "Bdfútbol", una de las bases más fiables del deporte rey, cifra en 438 los encuentros dirigidos, pero empieza el cómputo en la temporada 1990-91 cuando tomó las riendas del modesto Gandía en Segunda B. Analizando su prematuro inicio en los banquillos se puede concluir que supera los 500 partidos como entrenador, incluyendo la temporada, 2002-2003, que dirigió al Avilés en Segunda B. Generelo, que dirige el segundo partido en su embrionaria carrera, se estrena en el Tartiere ante un veterano con tablas.

Fabri ha llegado esta temporada a la Ponferradina con el firme objetivo de que el conjunto berciano remonte el vuelo. Dirigido al inicio de campaña por José Manuel Díaz, la Ponfe se posicionó como conjunto importante en la primera mitad de campeonato. Con Yuri como estrella sin discusión, los bercianos se situaron cuartos en la 14º jornada, a dos puntos del ascenso. Las cosas se torcieron con una mala racha de resultados y la tensión entre técnico y estrella. Yuri salió del equipo en el mercado de invierno rumbo a China. "Le pagan diez veces lo que le da la Ponferradina", explicó José Fernández Nieto, el presidente, en su despedida.

La crisis se apoderó de la Ponfe en los meses siguientes. Tanto, que la directiva despidió a Díaz. Era la jornada 23.ª y los bercianos, tras perder 0-2 ante el Mallorca, se situaban en la plaza 17ª, a dos puntos del descenso. El 17 de febrero, Fabri se hacía cargo de la nave. Los resultados desde entonces han reforzado la apuesta por el veterano técnico. En Ponferrada lo llaman "el efecto Fabri".

Con la dirección del gallego, la Ponfe ha sumado 7 puntos en las tres últimas jornadas, solo igualado en este periodo por el Lugo. El Oviedo ha sumado cero puntos en el mismo plazo. Las victorias ante Numancia (1-0) y Huesca (2-1) y el empate en Tarragona (1-1) le ha servido a los de Fabri para sacar la cabeza del pozo de la clasificación: ahora son 16.º, con cuatro puntos de colchón respecto a la zona de descenso.

La situación es muy diferente en el Oviedo. En el caso azul, la marcha de Egea obedeció a una decisión personal, motivada por la falta de entendimiento con la plantilla, y la llegada de Generelo ha quedado confirmada con las palabras de Arturo Elías. Su debut como entrenador se produjo la semana pasada en Santo Domingo, un escenario complicado en el que los azules cayeron por 1-0 ante un superior Alcorcón. Parece precipitado, sin embargo, sacar conclusiones de aquella cita a la que el equipo llegó con tan solo un par de sesiones con el nuevo técnico.

Para el encuentro ante la Ponfe, Generelo ha gozado de una semana entera de trabajo (salvo una sesión el resto se ha realizado a puerta cerrada en busca de la mayor tranquilidad) de manera que podrá comprobarse en qué cambia el Oviedo respecto a la propuesta de Egea. El extremeño tiene una oportunidad que a muchos otros entrenadores solo les llega con el paso de las temporadas. En su estreno, deberá superar el examen de Fabri, un veterano en estas lides.