Las pistas en la sala de prensa son escasas y los entrenamientos se suceden con escasas luces. La puerta cerrada se ha convertido en normalidad. Generelo plantea escondiendo las cartas el partido ante el Numancia, el señalado por el vestuario para intentar un primer paso de acercamiento con la afición, en un intento por recuperar la buena sintonía. El principal problema esta semana se sitúa en el centro del defensa. Héctor Verdés está sancionado por acumulación de amonestaciones y Generelo, que le había otorgado el rol de indiscutible en el centro de la zaga, deberá decidir ahora como recompone la retaguardia.

Dos son los nombres que se posicionan para suplir a Verdés. La de Vila es la opción más lógica si se atiende a los precedentes en la temporada. El vigués se ha presentado esta campaña como pivote después de su gran rendimiento como central en la temporada del ascenso. Pero cuando ha sido necesario ha atrasado su puesto unos metros. Para Generelo, teniendo en cuenta los tres encuentros disputados bajo su dirección, Vila es medio centro. En ese puesto actuó en Alcorcón en su única aparición en el equipo inicial. Ante la Ponfe, Vila estaba sancionado y en San Mamés se quedó en el banquillo.

Sin Verdés y con la duda de la posición preferida para Vila, hay otra opción que gana enteros, la de Josete. El de Elche es el único futbolista de la primera plantilla que aún no ha debutado con el Oviedo. Aterrizado en el mercado de invierno para suplir la ausencia de Borja Gómez por lesión, Josete se lesionó en una de las primeras sesiones y estuvo varias semanas recuperándose de una rotura de fibras en el cuádriceps. Tras el trabajo al margen del grupo para afinar su estado de forma, El ilicitano se incorporó a los entrenamientos hace algunas semanas pero sin entrar en las listas. Finalmente, el premio llegó hace dos semanas, con la convocatoria del zaguero para enfrentarse a la Ponferradina en el Tartiere.