Las primeras reacciones no se han hecho esperar. El vestuario apela al calificativo de "final" el encuentro ante el Córdoba del próximo domingo como solución instintiva para buscar una solución a una dolorosa e inesperada derrota. La Segunda División es muy exigente y con siete jornadas aún por disputarse hablar de final puede parecer precipitado. También algo estresante. Estaríamos hablando de casi dos meses en los que se sucederá una final tras otra, y lo que puede venir después en un hipotético play-off. Una situación al límite muy difícil de gestionar. En realidad, todos los encuentros en Segunda tienen trampas y enemigos inesperados. Por eso es una competición tan entretenida. Fran Mérida, que fue internacional en las categorías inferiores y jugó en el Arsenal y Atlético de Madrid entre otros, está luchando por la salvación con el Huesca. El Córdoba supone una prueba de fuego más por lo anímico que por los números. Ganar refrendaría al Oviedo ante su gente y permitiría ver con más optimismo el play-off. De no hacerlo, la vista empezaría a posarse en los perseguidores de la zona noble.