"Es un fracaso personal". David Generelo apenas dudó a la hora de analizar el desenlace de la temporada en la sala de prensa. En una campaña que había sido marcada desde el comienzo como de adaptación a la competitiva Segunda División, el desarrollo de acontecimientos, sin embargo, hace que las cosas se vean desde otra perspectiva. Arturo Elías, representante del Grupo Carso, fue el encargado de situar el listón en las cotas más altas tras el relevo en el banquillo y ahora, los diferentes estamentos del club asumen el negativo final de la historia.

El análisis del vestuario coincide con el de su entrenador. "Es un fracaso porque lo hemos tenido en la mano", aseguró sin matices Linares. "Los principales culpables somos los futbolistas. De los últimos cinco partidos hemos perdido cuatro. Algo hemos hecho mal y los que juegan son los responsables. Fuimos los que pusimos al Oviedo en Segunda y los que no hemos logrado dejarlo en Primera", añadió el delantero. Josete se pronunció en la misma línea que el aragonés: "A principio de año podría pensarse que ésta era una campaña de transición pero visto lo visto sí puede considerarse un fracaso. No hay que esconderse. Íbamos bien y se ha estropeado".

La desolación se apoderó de la expedición oviedista al final del choque, como reconoció el central valenciano. "El vestuario está roto porque creo que no merecíamos este final. Dimos la cara hasta el último minuto, pero esto es un deporte y no ha podido ser, nos volcamos con la meta rival, nos desfondamos hasta el último minuto", analizó Josete que sin embargo reconoció que "la racha de las últimas semanas es muy mala, los datos son indiscutibles. Cuatro derrotas en cinco partidos basta para que no logres los objetivos".

El desenlace es el más triste para el oviedismo en una campaña que empezó con ilusión y que incluso hizo soñar a la afición con el ascenso directo. Pero la trayectoria tras la salida de Egea no ha permitido a los azules seguir luchando por el ascenso. Generelo probó por diferentes medios la reacción pero sin resultado. La revolución planteada ayer por el técnico no triunfó en La Romareda.

Nacho López, único lateral derecho de la plantilla, regresó al carril de la zaga para sumar su sexto partido de la temporada; Verdés fue la opción elegida por Generelo para sustituir a David Fernández y Koné hizo de referencia arriba. La apuesta más llamativa del entrenador fue la de premiar al juvenil Viti con la titularidad en la banda.

El juvenil tuvo la primera gran oportunidad del partido, con un zurdazo en el área que se fue cerca del poste. Fue una de las opciones de los azules para buscar hacer daño al espacio, cuando la defensa maña estaba adelantada. Su participación se acabó en el minuto 54 cuando fue sustituido por Susaeta.

La tristeza de los 300 oviedistas. A pesar de que las perspectivas tras la derrota ante el Leganés no eran las mejores, el Oviedo estuvo acompañado en su visita a La Romareda por cerca de 300 seguidores asturianos. Algunos, como los integrantes de la Peña azul Fañagüetu aprovecharon para viajar el día antes a la capital aragonesa en autobús y regresaron al final del choque. El grupo Symmachiarii tuvo problemas a la entrada al estadio ya que no les dejaron introducir la pancarta del grupo ni sudaderas y camisetas. El pitido final hizo que la desolación se apoderada de la parte de la grada azul.