Carlos Slim es el dominador absoluto del mapa accionarial del Real Oviedo, una posición que se ha ido acentuando desde que en octubre de 2012 decidiera invertir en el club carbayón. Los sucesivos movimientos para ayudar económicamente a la entidad le han ido otorgando aún más poder. La última operación tuvo lugar en enero de 2016, fue una ampliación de capital utilizada para convertir los 5,5 millones de euros que Carso había concedido al Oviedo en acciones, en un proceso que también preveía la compra de participaciones de los accionistas azules. La ampliación finalizó el 3 de enero de 2016 sin que el club hubiera publicado los datos de la misma. La inscripción en el Boletín Oficial del Registro Mercantil el 31 de mayo permite conocer los términos del proceso: el capital social ha aumentado hasta los 16.392.492,25 euros, de los que el 70,76% es de Carso.
Los mexicanos son los dominadores claros en la propiedad del club, con 11,6 millones del total del capital social. Los otros accionistas de peso han ido perdiendo fuerza con el paso de las sucesivas ampliaciones. Alberto González tiene el 4,42% de la entidad, mientras que el Ayuntamiento se queda con el 2,99% y Celso González con el 1,52%.
Al margen de la posición de Carso llama la atención la participación de accionistas minoritarios, que han seguido invirtiendo en los sucesivos procesos. En la actualidad, los minoritarios tienen en su poder el 20,31% del Oviedo. La ampliación finalizada el pasado 3 de enero ha hecho que aumente su participación. Los datos no habían sido comunicados por el club azul pero ahora, con la publicación del BORME, puede saberse que los seguidores invirtieron 89.192,75 euros. El dato es aún más llamativo si se tiene en cuenta que esa fase del proceso estaba abierta solo a anteriores accionistas. Es decir, los terceros interesados no estaban habilitados para comprar.
La voluntad de Carso desde su llegada ha sido la de gestionar el Oviedo pero con una importante participación de sus seguidores. El primer objetivo a su llegada era que la empresa de Slim debía estar por debajo del 50% del accionariado. Así lo explicó en su momento Arturo Elías en los primeros meses de su desembarco en el club azul. La llegada se produjo en el recordado proceso de noviembre de 2012. Carso se convirtió en máximo accionista del Oviedo después de invertir 2 millones de euros en acciones, lo que le proporcionó el 34% de la propiedad. El límite del 50% parecía lejano.
Pero la entrada en la gestión del día a día de la entidad hizo cambiar la perspectiva. Carso se encontró con que para que el proyecto creciera en ambición era necesario más apoyo económico. Slim ayudó al club con un par de créditos por valor de 4,1 millones de euros y, para regularizar la situación, decidió convertirlos en acciones. Fue la primera ampliación fomentada por los mexicanos y significó que Carso se situó con el 56,46% de las acciones. "No pretendíamos tener más del 50 % pero ahora sí queremos", matizó Arturo Elías en una rueda de prensa vía telefónica en abril de 2015, en pleno proceso.
Pero el movimiento más importante, en cuanto a cantidad, estaba aún por llegar. El Oviedo ascendió a Segunda y fue necesario que el proyecto recibiera otro impulso. El 10 de abril Carso prestó 500.000 euros al club para acabar la temporada sin sobresaltos y el 23 de julio, una nueva inyección de 5 millones permitía a los azules la configuración de una plantilla ambiciosa para el regreso al fútbol profesional.
Para dejar las cosas equilibradas, Carso repitió proceso. Convocó otra ampliación de capital con dos fases. En la primera, los 5,5 millones de euros se transformaban en acciones de forma automática. La segunda estaba abierta a los accionistas con las mismas características de siempre: cada participación a 10,75 euros. De este último proceso, cerrado el 3 de enero, sale el actual aspecto del mapa accionarial, con Carso en poder del 70,76%.
