El Real Oviedo inició ayer la pretemporada con una notable afluencia de público en El Requexón. Entre los aficionados que se acercaron a ver el primer entrenamiento de los de Fernando Hierro se respiraba un ambiente de incertidumbre e ilusión. Varios de ellos, como Marcos Bango y Epifanio González, coincidían en que "la llegada de Hierro es arriesgada pero ilusionante" y esperan "no volver a echar de menos a Sergio Egea". Otros, como David y Pablo Fernández, depositan más confianza en el nuevo cuerpo técnico pero reconocen que no tienen "muchas referencias de los fichajes que han llegado hasta ahora" y esperan "alguna incorporación que tenga más nombre". Para todos ellos, el objetivo para la próxima temporada es entrar en el play-off de ascenso a Primera División.

Lo que sí parece es que al Oviedo no le ha afectado el "Brexit". Entre quienes presenciaban el entrenamiento del primer equipo, destacaba los Hyslop. Una familia escocesa que cambió sus planes para las vacaciones ante la insistencia de Finlay, el hijo pequeño, en conocer todo lo que rodeaba al Real Oviedo.

Tom, el padre de la familia, había planeado un viaje en el que visitarían la Península Ibérica, tanto España como Portugal. En cuanto Finlay se enteró de los planes no dudó en pedirle que visitaran la capital del Principado. El pequeño de los Hyslop es un gran aficionado del equipo carbayón desde que se enteró del episodio vivido con la ampliación de capital de 2012: "Me llamó la atención cómo los aficionados lograron salvar al club de la desaparición y llamaron la atención del hombre más rico del mundo".

Tom confiesa que "cuando Finlay me dijo que quería visitar Oviedo yo no sabía ni dónde estaba. Al final, hemos organizado todo nuestro viaje para poder estar aquí hoy".

En un principio se pusieron en contacto con el club a través de Miguel Sanz, responsable del área social del Real Oviedo. Sanz organizó para ellos una jornada que arrancaba con la visita a El Requexón. Una vez allí pudieron conocer a la plantilla del primer equipo.

Tom, Finlay y Kirsty, la hija mayor, pudieron ver a algunos de sus jugadores favoritos como Esteban, Susaeta, Peña o Vila. El joven, de 12 años, estaba especialmente ilusionado tras conocer a Jonathan Vila: "Juego en la cantera del Aberdeen y lo hago en una posición similar a la suya, a veces de central y otras de pivote". También echaba en falta a Koné, pues el jugador costamarfileño era otra de sus debilidades.

Su padre y su hermana mayor no están tan al día de la actualidad oviedista, por lo que disfrutaron más con la presencia de Fernando Hierro.

La visita a Oviedo de los Hyslop no terminó con la primera sesión de entrenamiento. La siguiente parada fue en el Carlos Tartiere, donde pudieron pisar el césped y las gradas, de ahí pasaron a ver el vestuario y la sala de prensa. Más tarde visitaron el museo del club, poniendo especial atención a las fotos de los jugadores y entrenadores británicos que pasaron por el Real Oviedo. Por último, llegaron a la tienda oficial de donde salieron con camisetas, bufandas, banderas, balones...

Miguel Sanz reconoce que "Finlay es un auténtico forofo del Real Oviedo desde que conoció su historia reciente" y que "se le veía muy ilusionado con la visita". Una vez terminada la jornada, la familia se encaminó a conocer el resto de la ciudad antes de partir hacia Portugal para reencontrarse con su madre y continuar el viaje.

Para Finlay, el objetivo de esta temporada es que el equipo vuelva a Primera División: "Espero poder regresar algún día para verles jugar contra el Barça o el Real Madrid".