Los presentes esperaban con impaciencia la llegada del invitado. Ninguno de los participantes en el campus (niños y niñas con edades comprendidas entre los 4 y los 15 años) tiene un recuerdo claro del Fernando Hierro futbolista. Pero da igual. La historia del fútbol le tiene reservado un hueco como figura importante y el plus definitivo para los asistentes se lo da su último desafío: dirigir al Oviedo. El joven oviedismo que esperaba sobre el césped sintético de las Instalaciones Tensi rompió en aplausos y cánticos cuando vio llegar a Hierro.

El entrenador llegó acompañado de César Martín, responsable de relaciones institucionales, a su encuentro con los más pequeños. Fue chocando las palmas uno por uno con los más de 50 asistentes. Elliot, un niño de Estados Unidos que es una de las sensaciones del actual turno, fue el último en saludarle de una manera más formal. Tras el acto de presentación pertinente, el malagueño se sometió a las preguntas de los curiosos chicos. "Cuidado, que alguno seguro que es más peligroso que los periodistas", advirtió Hierro con una sonrisa.

Las primeras preguntas fueron dirigidas a su adaptación al Oviedo y a la ciudad. "Estoy muy contento, llevo ya 3 semanas aquí y he podido que la gente es muy cariñosa. Es un club muy familiar. Me encanta el equipo, el proyecto y la ciudad. ¡Ya no me pierdo con el coche!", indicó.

Otro de los presentes le preguntó a Hierro por los inicios de su carrera deportiva, por cómo había llegado al Madrid. El entrenador relató su particular historia: "Con 19 años jugaba en el equipo de un pueblo de 40.000 habitantes y trabajaba además de mecánico. El Málaga no me quiso y me quedaron dos opciones: dejar el fútbol o buscar otra oportunidad. Hice lo segundo. En la vida las oportunidades hay que buscarlas". De aquella experiencia sacó una valiosa lección. "El mío fue un caso raro pero aprendí de la situación. Si tenéis un sueño tenéis que luchar por él, la vida da muchas vueltas y siempre llega una oportunidad. Si algo os gusta, luchad por ello", explicó.

Con el ambiente ya relajado, la joven Paula se soltó: "¿Por qué no traes a Isco al Oviedo?". Tras la carcajada inicial, Hierro respondió: "A Isco lo conozco desde que tenía 16 años y fue uno de los futbolistas que más me llamaron la atención. Tiene un talento fuera de lo normal. Nosotros estamos en otra Liga, en un mundo diferente. Ojalá en un tiempo podamos optar a futbolistas de ese nivel. Y si el Madrid viene a jugar de vez en cuando será señal de que se van cumpliendo los objetivos". Su última reflexión fue dirigida a los futuros futbolistas: "Aunque seas el mejor del mundo tienes que contar con tus compañeros. Siempre hay alguno que llama la atención, que gana balones de oro, pero sin un equipo detrás es imposible que triunfe. No ganará nada. Tenerlo en cuenta y aplicarlo. Y ojalá os vea a alguno de vosotros jugando en el futuro en el Carlos Tartiere".