El Oviedo volvió al trabajo ayer en El Requexón tras un día de descanso. Un respiro necesario a la vista de lo que le esperaba a la plantilla azul en su vuelta al tajo. La sesión matinal comenzó a las diez y media y se prolongó hasta la una. Hubo tiempo para todo: trabajo físico, ejercicios con balón y partidillo. Una jornada completa que sirvió a los azules para empezar a preparar el amistoso de mañana (19 horas, TPA) ante el Valladolid en Luarca. Un encuentro importante a pesar de ser de pretemporada porque se trata del primer rival que los azules se van a encontrar en la Liga.

Una de las dudas en la vuelta al trabajo del Oviedo era el estado físico en el que llegaría Torró. El mediocentro tuvo que retirarse por unas molestias físicas antes de terminar la primera parte del encuentro que los azules ganaron (1-5) a la Cultural. En su lugar entró Rocha. La duda se despejó nada más comenzar la sesión. Torró se ejercitó al mismo ritmo que sus compañeros y completó toda la sesión. El pivote puede ser una pieza importante en el equipo de Hierro con vistas al inicio de temporada después de lo que está demostrando desde su llegada al Oviedo este verano. Tiene calidad para mover el balón con elegancia y para cambiar de orientación con precisión cuando el equipo lo necesita. Puede ser importante para dar fluidez al juego azul.

La buena noticia fue la presencia de Torró, y la mala, la ausencia de los jugadores que vienen arrastrando molestias. Una vez más estuvieron ausentes de la sesión Edu Bedia, Jorge Ortiz, Christian Fernández y Jonathan Vila. Ninguno de los cuatro participó en el encuentro del sábado en León.

Llama especialmente la atención el caso de Edu Bedia. El cántabro celebraba hace poco las buenas sensaciones que estaba teniendo después de encadenar dos temporadas muy complicadas para él por las lesiones que no le habían permitido rendir a su mejor nivel.

Este verano se había convertido en el faro del juego azul, ocupando unas veces la posición de pivote y otras las de mediapunta por detrás del delantero. A diferencia de la pasada campaña, el centrocampista cántabro había completado el trabajo de pretemporada sin problemas, lo que le estaba permitiendo rendir a mejor nivel y, sobre todo, empezar a perder el miedo a una nueva lesión.

Su ausencia en los entrenamientos de la semana pasada y en el encuentro ante la Cultural indican que los problemas físicos han vuelto a rondar a Bedia. En cualquier caso, el cuerpo técnico azul está siendo muy cauto con las molestias de sus jugadores durante la pretemporada y es probable que en este caso estén haciendo lo mismo para evitar una lesión más grave de un jugador llamado a ser importante.

Esa misma prudencia es la que ha llevado a Hierro a no contar aún en los partidos de esta pretemporada ni con Jorge Ortiz ni con Borja Gómez. El primero, uno de los fichajes de este verano para reforzar el centro del campo del Oviedo, ha seguido un plan específico desde su llegada al equipo. El central Borja Gómez, por su parte, ya entrena con el grupo, pero todavía es pronto para arriesgar con él después de la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada temporada.