Michu decía estar "un pelín nervioso" antes de saltar al césped del Tartiere y ser aclamado por una afición que hacía mucho tiempo que soñaba con que llegara ese momento. El jugador no ocultó que el de ayer era un día especial: "Es el día más feliz de mi carrera". Pero pronto se dio cuenta de que se había quedado corto: "Es el día más feliz de mi vida", añadió.

Tanto que ni jugar en la Premier ni vestir la camiseta de la selección española se acerca a lo que acaba de vivir: "No lo he ocultado nunca, soy del Oviedo desde pequeño, moriré siendo del Oviedo. Volver a casa supone para mí..., aunque tuve la fortuna de vestir la camiseta de la selección española, pero esto, el día de hoy (por ayer), es mucho más grande", decía.

En la boca de Michu las palabras escudo, camiseta, colores no parecían forzadas ni exageradas. "Ponerme la camiseta de mi equipo, volver a ponerme el escudo en el pecho, volver a vestir estos colores... Siempre lo dije, cada vez que salía al Tartiere era un sueño hecho realidad, me costó mucho llegar arriba y tuve la fortuna de jugar en el primer equipo del Oviedo. Estoy emocionado y un pelín nervioso", explicaba.

El jugador también fue claro con respecto a lo que puede ofrecer al club. Y escuchándolo ayer parece que va a ser mucho: "Siempre he sido honrado conmigo mismo y con el fútbol. Si estoy aquí es porque me encuentro perfectamente y porque creo que puedo ayudar al club. El Oviedo aún no está en la categoría que debería estar, todavía tenemos tiempo, hay que sentar las bases, pero el objetivo a corto o medio plazo es volver a Primera División", señaló.

Las cosas han cambiado mucho desde que jugó por última vez con el Oviedo, pero para Michu todo es muy parecido: "La afición sigue ahí, somos los mismos, pero sí es verdad que estábamos en Tercera y ahora estamos dos categorías por encima". En cuanto al día de que volverá a jugar, él quiere que sea lo antes posible: "Ojalá pueda ser el sábado contra el Almería en casa, pero eso depende del entrenador, entiendo que vamos a preparar el partido desde el miércoles a muerte".

Espera poder jugar ya el sábado, si Hierro así lo quiere, pero sobre todo ha venido para devolver el cariño recibido: "El cariño que me ha dado está afición ni con un millón de vidas voy a poder devolvérselo. Lo único que puedo hacer es trabajar, morir por esta camiseta, por estos colores, por este escudo, y así estaré un poco más cerca de saldar la deuda con toda la gente que me ha dado tanto".