La polivalencia ha pasado de ser una virtud añadida, un plus, a un asunto prioritario para cualquier futbolista. Es uno de los efectos del fútbol moderno: Ya no se llevan los especialistas. Ahora, los entrenadores demandan hombres versátiles, capaces de adaptarse a diferentes registros. El caso de Christian Fernández es un buen ejemplo. Fichado este verano para competir en el lateral izquierdo con Peña, el cántabro es ahora uno de los candidatos al centro de la zaga. En el cambio de rol han tenido que ver sus condiciones y las circunstancias del mercado.

Preguntado por su papel en la plantilla, el mismo Christian no duda a la hora de valorar sus opciones. "A priori soy una alternativa a suplir a Verdés", contesta cuando se le menciona la baja del central, lesionado ante el Almería. "La posición que ocupas en el campo la va marcando la temporada y las necesidades del equipo", comienza su reflexión sobre su doble papel como central y lateral; "El entrenador sabe que puedo jugar en las dos posiciones aunque por la planificación parece que soy una mejor alternativa como central. Conozco el puesto y creo que por mis condiciones puedo hacerlo bien ahí".

Queda así fijada la función del cántabro: central que lucha por los dos puestos en liza con David Fernández, Verdés y Óscar Gil, además de las contribuciones puntuales que puedan sumar Peña y Vila (de nuevo la polivalencia) o los canteranos. Esta semana, sus opciones al once aumentan con la ausencia de Verdés. Aunque el club no ha comunicado aún su lesión (lo hará hoy al hacerse público el parte de bajas) se ha ausentado toda la semana del trabajo en El Requexón y no estará en Mallorca.

En el puzle de Hierro algunas cosas parecen seguras. Que David Fernández es indiscutible parece claro después de solo un par de jornadas. Es la línea continuista respecto a los últimos años. Óscar Gil, el último zaguero en llegar, parece llevar un cuerpo de ventaja a Christian en la carrera por la titularidad en el Iberostar, pero el cántabro encuentra motivos de optimismo después de haber superado una lesión. "Llevaba tres semanas fuera del grupo, recuperándome, así que tener posibilidades de volver es ya una alegría. He hecho un buen trabajo junto a Nacho Gonzalo (readaptador) y estoy preparado", analiza. "También está Óscar Gil y Peña, que puede actuar ahí como ya hizo en pretemporada. Lo importante es que el entrenador tiene un abanico amplio de posibilidades y decidirá en función del rival y de lo que quiera para el equipo", añade.

Al margen de nombres, la idea que se maneja desde el vestuario es que en Mallorca se vea una versión similar a la del segundo tiempo ante el Almería. "Lo prioritario ahora es coger la continuidad, no sufrir muchos vaivenes. Quedan 40 jornadas, esto es muy largo e influyen las sanciones, las lesiones y los bajones físicos. Aquí se premiará la regularidad", señala.