El esperado debut de Michu y sus dos goles en los últimos minutos del tiempo reglamentario no fueron suficientes para que el Real Oviedo pasara la segunda eliminatoria de la Copa del Rey.

Un desgraciado desvío de balón de Óscar Gil cuando ya se acercaba el final de la prórroga, condenó a los azules a una eliminación que trataron de evitar hasta el último momento.

De hecho, el propio Michu fue amonestado por protestar una clarísima mano de Hugo Álvarez dentro del área cuando finalizaba el encuentro, en la prolongación de una jugada en la que Toché desaprovechó un uno contra uno frente al meta rival.

A pesar de estos arreones finales de los de Hierro, el partido deja demasiados claroscuros.

La horrible defensa del balón parado rival fue el verdadero motivo de esta pronta eliminación.

Tres de los cuatro tantos del UCAM fueron regalos defensivos en este tipo de jugadas aparte de otras varias en los que solo la falta de acierto de los murcianos en el remate impidieron un resultado más abultado.

Si bien el primer gol local se produjo en jugada, cuando Nono aprovechó el rechace de Esteban a un complicado remate de Jona, el resto fueron remates cómodos en jugada de estrategia.

El 2-1 fue logrado por Albizua al rematar solo en un saque de esquina, acción que repitió Tito en una falta lateral mediada la segunda parte para lograr el 3-1 provisional.

Ya en la prórroga, en otra falta, la defensa permitió a Vicente avanzar cómodamente y disparar con la mala suerte posterior de que el balón golpeó en Gil despistando a Esteban.

Sin estos errores defensivos, a balón parado, el Oviedo apenas sufrió para defender las acometidas rivales que en determinados momentos fue superior pero que no lograba transformar su dominio en ocasiones.

El partido se le puso pronto de cara a los de Hierro. Linares aprovechó a los 20 minutos un balón suelto en el área para adelantar al Oviedo. Solo 5 minutos después llegó el tanto del empate de un UCAM que poco después le daba la vuelta al encuentro.

El Real Oviedo lo intentó con mucha posesión pero siempre en campo propio, adoleciendo de claridad de ideas en el juego de ataque en muchas fases.

Con el 3-1 en contra, y el partido aparentemente decidido, emergió la figura de Michu para lograr el empate. Primero al aprovechar un rechace del meta rival y luego con un espectacular remate de cabeza.

Ya en la prórroga y con el Oviedo siendo muy superior en posesión y juego, llegó el desgraciado tanto final que condujo al Real Oviedo a la eliminación, con la referida última jugada polémica que hubiera llevado el partido a los penaltis.

Poca fluidez en ataque y mala defensa de las jugadas de estrategia contra la capacidad de reacción y momentos de buen juego en otros momentos. Es principio de temporada y el equipo nota esa lógica falta de continuidad en el juego.

El Oviedo cayó en la Copa del Rey. Quizás lo mereció durante el tiempo reglamentario pero finalmente lo hizo en la prórroga cuando más cerca parecía la victoria de los azules.

Próximo encuentro, domingo a las 16:00h en el Carlos Tartiere frente al CD Mirandés.