Con ambos equipos cómodos en sus papeles (el Oviedo dominador y el Mirandés a la contra) y sin ocasiones de importancia, un acontecimiento agitó el Carlos Tartiere. Fue en el minuto 61 cuando Miguel Pérez Cuesta volvió a sentir lo que significa jugar con la elástica azul ante su público. Michu se llevó la ovación de la tarde cuando saltó al terreno de juego para sustituir a Jonathan Pereira. El recibimiento logró contagiar al equipo que, durante algunos minutos, intensificó su dominio. Después del estreno copero, saldado con dos goles y 120 minutos disputados, Hierro decidió reservar a Michu para el segundo acto.

La primera participación de Michu en el Tartiere se saldó con media hora de juego y un par de opciones: un zurdazo que se fue desviado y un cabezazo al que le faltó algo de precisión para que no se fuera por encima del larguero. Nada más acabar el encuentro, el ovetense se dirigió a Langreo para ver la segunda parte del partido de su exequipo.