Segunda derrota consecutiva y cuarto partido seguido sin conocer la victoria del Real Oviedo que no termina de encontrar el camino de la victoria ni la forma de juego para conseguirla.

Derrota cruel, además, por la forma en la que se produjo. En la última jugada del encuentro, y ya en el cuarto minuto de la prolongación, Máyor se adelantó a los defensores para rematar de cabeza con claridad en el área pequeña y superar a Juan Carlos.

Optó en esta ocasión Fernando Hierro por una pequeña revolución en el centro del campo. Si ya antes del encuentro Lucas Torró se había caído de la convocatoria por problemas gástricos, luego fue Edu Bedia el que ocupó la plaza del hasta ahora indiscutible, Erice. Junto a ellos debutó Alaníz como titular pero no en lugar de Susaeta y si en el puesto de Nando.

Con estos condicionantes se disputó un encuentro de escasa calidad que parecía destinado al empate o una victoria de los locales si conseguían aprovechar alguna de sus esporádicas ocasiones ya que el Reus apenas pisó el área contraria.

Al Oviedo le faltó fluidez y decisión para encarar el ataque pero el dominio del partido y la posesión fueron suyos.

Durante la primera media hora apenas tuvieron trabajo los porteros. Todo cambió en unos últimos minutos en los que el Oviedo se desmelenó con un disparo de Alaníz rozando el larguero, un remate de Rocha desde la frontal que impactó en la escuadra y dos oportunidades de Toché. En una de ellas el balón salió rozando la escuadra y en otra, de cabeza, rozando el palo.

El Reus solo pudo responder con una buena ocasión de Querol que se fue fuera por poco.

En la segunda parte el dominio del Oviedo fue mucho más acusado pero infructuoso pues apenas pudo ligar jugadas de peligro ante la meta de Badía.

El balón rondaba continuamente el área pero no se acababan de rematar las combinaciones para desesperación de una afición que veía como se acababa el tiempo.

El tanto parecía que solo podía caer del lado local pero cuando solo quedaban unos segundos para el final Michu derribó a un rival cuando bajaba a defender.

Ya en el minuto 94, Máyor lo aprovechó para batir a Juan Carlos con la cabeza.

Victoria final de un Reus Deportiu muy serio y ordenado pero que quizás se llevó demasiado botín de un partido en el que apenas se prodigó el ataque.

Merecieron más los azules pero en un encuentro jugado con un marcador tan corto, y sobre todo con pocas ocasiones, cualquier accidente puede definir un partido, como así ocurrió finalmente.

12.103 espectadores en el Carlos Tartiere que despidieron al equipo, que coquetea con las posiciones de descenso, con algunos pitos.