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Temporada trampa

Hay que recuperar la simbiosis equipo-afición, extraviada por decisiones y medidas difíciles de entender

Dice una máxima del fútbol que no se puede perder en el último minuto lo que no se pudo ganar en los 90 anteriores. La cara que se quedó a los más de doce mil espectadores que se dieron cita en el Tartiere el pasado jueves era fiel reflejo de la decepción, de ahí el abucheo final de impotencia de una afición que ha pasado de la ilusión a la desesperanza en pocos meses. Tras el sonrojante último partido de la liga 2015-2016, la decepción no ha tardado demasiado en asomar por la Ería. Una consecuencia más de haber tirado por la borda la pasada campaña una ocasión como se presentan pocas para dar el salto a Primera.

Decir que no pasa nada por perder sería absurdo, casi tanto como empezar e exigir decisiones drásticas tras los reveses, por duros que resulten, de una temporada trampa, mucho más difícil que la anterior por varias razones.

La exigencia aumenta porque en una categoría siempre muy igualada en esta campaña se han incorporado a la Segunda División equipos sólidos como el Levante, el Rayo y el Getafe que suben el nivel; además el Real Oviedo juega ya sin esa indulgencia de la grada de la que disfrutan los recién ascendidos y del que son buen ejemplo este año el Reus o el rival de hoy, el Cádiz. Con el viento a favor y la euforia que sigue a todo ascenso todo resulta más fácil, sobre todo cuando hay algún traspié. ¿Cuánto tiempo hace que no se oye en el Carlos Tartiere aquel "Locos por verte ganar" que sonaba a gloria en la temporada del ascenso y retorno al fútbol profesional? Hace falta recuperar la simbiosis entre afición y equipo, extraviada con decisiones y medidas difíciles de encajar y entender, al menos para quienes no manejan los secretos del "vestidor". Habrá que poner de parte y parte: la plantilla poniendo la entrega y capacidad que se le supone, la afición siendo generosa, como lo fue todos esos años en los campos de barro a los que nunca, nunca, nunca se debería volver a caer porque la gente del Oviedo sabe que al pozo es mucho más fácil caer que salir de él y los gestores sopesando, reflexionando decisiones que ni pueden ni deben alejar al equipo del mayor tesoro que atesora, toda esa gente que le sigue en el Tartiere pero también a muchos kilómetros de distancia, buscando los partidos de su Real Oviedo.

Con la jornada que se disputa hoy habrá pasado un sexto de temporada y quedan por delante 105 puntos en disputa, margen de sobra para mejorar.

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