Entre el sinfín de pruebas satisfactorias llevadas a cabo en Cádiz, la de la línea defensiva dejó especialmente satisfecho a Hierro. Los riesgos de cambiar nombres aumentan en una posición tan sensible como la zaga. Los defensas suelen ser futbolistas que necesitan minutos para acoplarse al sistema del equipo. En el Carranza, el lavado de cara salió bien y ahora el entrenador se plantea dar continuidad a su zaga.

Es lo que pudo verse en el partidillo con el que el Oviedo cerró el entrenamiento de ayer en los campos de El Requexón. Hierro formó dos equipos para jugar la última media hora de sesión. En los dos conjuntos se mezclaron futbolistas presumiblemente titulares con otros con menos minutos hasta la fecha. A la hora de formar las defensas, el técnico situó en un lado del campo a la retaguardia que acabó el partido de Cádiz: José Fernández, Óscar Gil, Verdés y Christian Fernández. Los cuatro parecen contar con opciones de jugar el domingo.

Las dos principales alternativas de cara a la visita del Numancia son David Fernández y Varela. El primero ha sido habitual desde el inicio hasta que una sobrecarga le dejó fuera de combate para el choque de Cádiz, mientras que el ex del Betis también se había hecho con un hueco en el once, pero de cara al Carranza se cayó de la lista.

El que podría tener más problemas para estar el domingo es Néstor Susaeta. El futbolista no se entrenó con sus compañeros en la sesión matinal de ayer por unas molestias y su participación dependerá de sus sensaciones en el entrenamiento de hoy. Tampoco estuvieron con el grupo los lesionados Peña y Jorge Ortiz, aunque al último se pudo ver por el césped de El Requexón haciendo trabajo al margen.