Mientras el Oviedo mira de reojo a la enfermería, el Rayo vive una situación más preocupante. Los de Sandoval siguen acusando el desgaste de la competición y el parte de bajas aumenta cada semana. El último en caer ha sido Embarba, uno de los futbolistas más importantes de los franjirrojos. El extremo sufre una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda y no estará el domingo en el Carlos Tartiere. Su ausencia se prolongará durante, al menos, un mes.

Embarba se lesionó en la segunda parte del choque ante Cádiz y las pruebas a las que ha sido sometido posteriormente confirmaron los peores pronósticos. El centrocampista es básico en el esquema de Sandoval: ha sido titular en 7 encuentros ligueros y ha anotado dos goles.

El problema para los madrileños es que la de Embarba no es la única baja de calado antes de visitar el Carlos Tartiere. La amplia lista de lesionados incluye a los defensas Dorado y Pablo Íñiguez, al pivote Baena, a los extremos Aguirre (ex del Oviedo) y Mojica y al delantero referencia Javi Guerra. A los ausentes se une el guineano Lass, citado con su selección.

Pero en el seno rayista todos mantienen la fe en un partido que es señalado como el elegido para un punto de inflexión en la temporada. "La asignatura pendiente está fuera de casa y es el momento de trasladar las buenas sensaciones del equipo en Vallecas. En Segunda no es sencillo ganar fuera porque cada campo tiene su particularidad. Pero por historia, tradición y por jugadores debemos estar en la zona alta", señala Miku.