Juan Carlos es el mejor ejemplo del sentir del vestuario. El Oviedo abandonó Montilivi satisfecho por el trabajo defensivo, aunque evitando sacar pecho más de la cuenta. "Hay que valorar el punto porque el Girona es uno de los gallitos de Segunda. Lleva años siéndolo", dice el guardameta como primera lectura, la más inmediata. Pero la alegría se queda ahí, en el punto obtenido. Nada de celebrar con demasiado énfasis. "¿Los números defensivos? Prefiero no hacerles demasiado caso", argumenta el arquero; "el año pasado fui de los porteros más goleados en el Albacete, 66 goles me dijeron el otro día que había recibido? Y no le hizo caso. No creo en los números, sino en el trabajo diario".

El Oviedo salió más que satisfecho del punto sumado en Montilivi, un feudo que es inexpugnable en Liga desde diciembre de 2015, cuando el Elche se fue con los tres puntos: 0-1. Desde entonces, los catalanes suman 17 encuentros sin perder. Hierro propuso la definición minutos después de acabar el choque: "El Oviedo es ahora más maduro". La mayor parte de esa satisfacción, de los halagos obtenidos tras el punto, va dirigida a la labor defensiva del equipo. "Fuimos competitivos, eso es lo más importante, y leímos bien el choque. El Girona es muy difícil de contrarrestar por ese sistema que pone en práctica. Estoy feliz porque es un punto que puede ser importante más adelante", resume Juan Carlos. Óscar Gil, otro de los que vio el asunto desde el área azul, coincide con su compañero: "Usan un sistema que puede atragantarse a los equipos. Usan muchas diagonales hacia los carriles y abren mucho sus delanteros. Pero logramos anularlo. Fue un gran trabajo". Y añade: "Montilivi siempre es complicado, con un equipo que lleva años luchando por subir. Sabíamos que íbamos a sufrir y lo hicimos. Podemos jugar mejor o peor, pero la sensación es que este equipo siempre da la cara".

La última frase de Gil tiene su importancia. El Oviedo ha completado hasta la fecha todo tipo de encuentros. Algunos con más brillantez y otros en los que fue superado claramente por el rival. Sucedió por ejemplo en Mallorca (0-0) o en la segunda mitad de Getafe (2-1). Pero nunca ha sido superado claramente en el marcador. El Oviedo de Hierro aún no ha perdido por dos goles de diferencia. Por el contrario, ha ganado hasta tres veces por dos goles de diferencia: Almería (2-0), Cádiz (0-2) y Rayo (2-0). El vestuario ve una evolución en el equipo. "El comienzo siempre cuesta y en Oviedo había gente nueva, empezando por el entrenador. El equipo da pasos hacia adelante y de eso se trata. Lo más importante es mantener la estabilidad y la tranquilidad. Hay que seguir creciendo, con optimismo pero desde la estabilidad. No hay que dejarse llevar por una victoria o una derrota", analiza Óscar Gil. "El equipo es de lo menos goleados en Segunda y eso no es casualidad, sucede por algo. Lo importante es mantener la puerta a cero. Desde la base de defender luego legarán las ocasiones", indica Juan Carlos.

Hay un aspecto en lo que todos están de acuerdo. El punto sumado será válido si tiene continuidad la semana que viene solo si se mantiene la dinámica. Por eso, la última reflexión de Juan Carlos y Gil es la misma: "Hay que ganar al Tenerife".