Diez partidos de Liga después del inicio de la era Hierro en el Oviedo, Jonathan Vila no esperaba estar como está, sin debutar en la Liga y con una única participación en la Copa del Rey, en el encuentro que el Oviedo perdió en Murcia ante el UCAM. Sin embargo, el futbolista gallego no se rinde. Demasiado pronto para hacerlo a pesar de que, de momento, no cuenta para el entrenador malagueño.

Políticamente correcto, Vila llama "gajes del oficio" a la falta de minutos y se refugia en su propia confianza, consciente de que la temporada es larga y de que, al final, podrán llegar oportunidades. "No podemos jugar todos. Lo único que puedo hacer es trabajar día a día", señaló ayer durante un acto publicitario en el Carlos Tartiere.

Y eso es lo que hace Vila, trabajar día a día. El centrocampista asegura que está al "cien por cien" y que su situación es "complicada", pero trata de ver el futuro con optimismo: "Todos tendremos nuestras oportunidades y habrá que aprovecharlas".

Por ahora no las ha tenido, más allá del partido de la Copa. En Liga, de las diez jornadas ha quedado ocho fuera de la convocatoria y en las dos en las que entró en la lista se quedó en el banquillo. El gallego compite con puñado de futbolistas, muchos de ellos nuevas incorporaciones. Hierro le ve de centrocampista, al menos ahí fue donde le situó en el duelo copero de Murcia, donde fue sustituido por Torró. Ahí, en la medular, también es donde mejor se ve él mismo: "Me encuentro más cómodo jugando de mediocentro, aunque ya tengo experiencia como central", señaló, y dejó una frase que evidencia las ganas que tiene de participar: "Ahora mismo, con tal de jugar donde me ponga el míster", recalcó el futbolista, siempre alejado de las estridencias en sus declaraciones.

La salida del foco de Vila es una de las sorpresas en lo que va de temporada y una de las muestras de la alta competitividad existente en la plantilla. Vila compite con Erice y Bedia, que ya estaban en la plantilla, y con dos incorporaciones que, de momento, son titulares: Lucas Torró y David Rocha. También están para esos puestos Héctor Nespral y la opción de Óscar Gil.

El gallego llegó al Oviedo hace dos temporadas, con el equipo en Segunda B, y fue una de las piezas claves del ascenso logrado en Cádiz en mayo de 2015, uno de los puntales. Aquel año jugó 37 partidos, muchos de ellos como central, y anotó un gol. El año pasado participó menos, pero su influencia fue también notable, con 26 partidos disputados un gol anotado.