El día que el Oviedo ganó en Cádiz (0-2), a finales de septiembre, acabó con una racha de más de diez meses sin ganar lejos del Carlos Tartiere. Fue el punto de inflexión que dio paso al renacer del Oviedo de Hierro, que entonces andaba con el agua al cuello tras un inicio titubeante, la derrota en casa ante el Reus y el incómodo runrún de un entorno desencantado. Desde entonces, como si la magia del Carranza dejara una estela triunfal, el equipo azul no pierde partido y aquellas dudas dejaron de existir.
En una temporada tan larga como la Segunda División, los equipos buscan metas volantes, puntos de inflexión en los que refugiarse para seguir creciendo. Para encontrarlos, la estadística es una mina. El Oviedo ha ido superando varios este curso: la racha de seis partidos sin perder le han convertido en el mejor de la categoría en ese periodo, la última victoria en el Tartiere ante el Tenerife le permitió encadenar dos triunfos en casa por primera vez en la temporada y hoy, ante el Lugo, está el reto de las tres victorias.
El reto de las tres victorias tiene una doble vertiente: por un lado conseguir tres victorias consecutivas en Liga, algo que el equipo azul no logra desde hace once meses y, por el otro, encadenar tres triunfos en el Tartiere, que los oviedistas llevan también once meses sin cosechar.
El primero, el de los tres triunfos seguidos en Liga, es una meta volante que, de ganar hoy ante el Lugo (jornada 13), los azules pasarían cinco jornadas antes que el año pasado. El curso anterior, con Sergio Egea de entrenador, el Oviedo encadenó tres victorias por primera vez entre las jornadas 16.ª y 18.ª tras ganar al Llagostera (2-1), Mirandés (1-2) y Almería (1-0). El triunfo ante los andaluces fue el 20 de diciembre. Aquel punto de inflexión dio paso a un periodo de doce partidos sin perder, el mejor del equipo el curso pasado. La racha de imbatibilidad acabó en la jornada 27 con la accidentada derrota en Mallorca (1-0). Fueron más de tres meses sin perder que mantuvieron al equipo en la zona del play-off.
En cuando a la segunda vertiente, la de lograr tres victorias seguidas en casa, el Oviedo también presenta mejores registros que la temporada anterior. El conjunto de Hierro acumula triunfos consecutivos en casa ante el Rayo (2-0) y ante el Tenerife (1-0) y podría lograr hoy, en la jornada 13, lo que el equipo de Egea cosechó en la jornada 18. Entonces, los azules ganaron de forma consecutiva en casa ante el Nástic (2-0, jornada 13), Llagostera (2-1, jornada 16) y Almería (1-0, jornada 18). Aquel equipo del argentino extendió su racha en el Tartiere una jornada más, ante el Zaragoza (1-0) en la jornada 20, dejando la marca en cuatro triunfos seguidos.
Así que si el equipo de Hierro gana hoy logrará encadenar tres triunfos en Liga y en el Tartiere cinco jornadas antes de lo que necesitó para lograr lo mismo el Oviedo dirigido por Egea.
