Se llama Carlos Casanueva y, como todo empresario de éxito, es un tipo "muy discreto" al que le gusta pasar desapercibido. Eso cuentan quienes conocen al presidente vitalicio de Interprotección, el último patrocinador que ha incorporado el Oviedo para tratar de elevar aún más un proyecto que Carso no para de reforzar, paso a paso, gesto a gesto.
Interprotección es una gran empresa mexicana dedicada al mercado de la correduría de seguros. Opera con grandes compañías y su referencia primera es él, una persona "seria y siempre dispuesta" que en su día entró en el mundo de los seguros "como un empleado" y que ha conseguido levantar "una de las empresas del sector más grandes de Latinoamérica".
Habla Antonio Suárez, exitoso empresario astur mexicano dedicado a la pesca del atún, y habla con conocimiento de causa. Suárez conoce a Casanueva desde hace 45 años. Han compartido decenas de charlas, comidas y buenos momentos. Desde México le define así: "Es un hombre muy humano, muy buena gente, una persona entrañable que siempre está dispuesto a ayudar a terceros sin condiciones".
A ayudar, por ejemplo, al Real Oviedo. Sobre el papel, bien mirado, Casanueva no tenía por qué sacar una cantidad, la que sea, y dársela al Real Oviedo: su empresa opera al otro lado del charco y está "perfectamente manejada" por la gestión de sus hijos, en quienes Carlos ha delegado "con inteligencia" su gestión.
Sucede que con el Oviedo y con Asturias tiene Carlos Casanueva un fuerte vínculo emocional. Y eso es difícil de cuantificar. El empresario desciende de una familia asturiana, residente en su día en el concejo de Parres, y su padre fue socio del equipo azul cuando el fútbol todavía era en blanco y negro. Y resulta que ahora, ese equipo al que se aficionó su padre cuando era joven, está controlado por "amigos" como Carlos Slim, "con quien tiene muy buena relación".
Pero hay otro vínculo que no es menor. Casanueva sufrió hace meses la dolorosa pérdida de su mujer. Cuenta Suárez que, antes del fallecimiento, ella le pidió que colaborara "siempre" con Asturias y el Oviedo. "Comí con él hace unos días", explica Suárez, "me dijo que su mujer, antes de fallecer, le pidió que ayudase al máximo a Asturias y al Oviedo". "Podría hacer la inversión en otro equipo y le saldría más rentable, pero no busca eso, él quiere poner su grano de arena para ayudar al club, le tiene mucho cariño tanto a Oviedo como a Asturias", recuerda el empresario.
A Casanueva siempre le han interesado los deportes. Su padre estuvo vinculado a la formación del Asturias FC, primer equipo campeón de fútbol mexicano (temporada 1922-1923), que tenía su sede en lo que ahora es el Centro Asturiano de México.
Casanueva, "muy cercano y familiar", lleva días en Asturias acompañado de dos decenas de conocidos. El pasado fin de semana conoció el Tartiere y hoy será presentado por el club y recibirá un galardón de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación que premian trayectorias como la de este oviedista emocional.
