Con el inicio del procedimiento fijado para la junta del 14 de diciembre, queda pendiente de determinar por parte del club las condiciones en las que se celebrará la ampliación de capital. En la última operación de esta naturaleza, enero de 2016, el Grupo Carso optó por un proceso dividido en dos fases. En una primera, los hombres de Slim compensaban dos créditos de 500.000 y 5 millones de euros en acciones del club, dejando una segunda fase abierta al resto de accionistas, que desembolsaron 89.192,75 euros en participaciones. El reparto accionarial quedó desde entonces con Carso en una clara posición de dominio (70,76% del accionariado) seguido de lejos por otros accionistas de referencia: Alberto González (4,42%), Ayuntamiento de Oviedo (2,99%) y Celso González (1,52%). Los minoritarios controlan en estos momentos el 20,31% del club.

Los tres millones de euros que los mexicanos están dispuestos a invertir ahora supondrán que la posición de dominio de Slim aumente en el Oviedo. De forma automática, y a la espera de que en la operación puedan intervenir otros agentes, Carso pasaría a controlar el 75,29% del total del accionariado.

El capital social del club alcanzaría los 19,4 millones de euros, de los que 14,6 estarían en manos de los mexicanos. Slim ha ido invirtiendo de forma progresiva en el conjunto azul. Tras su desembarco en noviembre de 2012 a cambio de dos millones de euros en acciones, le siguieron otro par de movimientos importantes. En abril de 2015 desembolsó 4,1 millones de euros y se situó, por vez primera por encima del 50% del accionariado. Su último movimiento de peso fue en enero de este año, con el canje de una deuda de 5,5 millones de euros en participaciones del club azul.