La herida no está aún cerrada, pero al menos el paso del tiempo permite que el dolor vaya menguando. La derrota en Alcorcón aún escuece pero el calendario no permite tiempo para los lamentos. Ayer, el equipo regresó al trabajo y apenas hubo referencias a lo sucedido el sábado. Hierro mantiene la rutina y será hoy cuando se analicen las causas de la derrota. Las primeras voces, incluido Hierro, habían hablado de un problema de actitud. Con la perspectiva que da el tiempo, ayer fue Rocha el que mostró su visión de lo sucedido. "Fue parecido a lo de Huesca, solo que aquella vez fue un partido malo y cuando te pasa dos en dos salidas seguidas hay que analizar profundamente", explica Rocha en una exposición que invita a reflexionar.

El centrocampista amplió su análisis: "Habíamos hablado de que sería un partido similar al de Huesca y después cometimos los mismos errores: Falta de concentración, falta de contundencia, un equipo apático? Un conjunto que en cuanto recibe un gol parece que se le viene el mundo encima? No tuvimos capacidad de reacción". Y esa, la de un equipo al que le cuesta reaccionar cuando recibe un golpe, es la consecuencia que más preocupa. El propio Hierro reconoció que era una "derrota que podía tener consecuencias". Crecer en la adversidad es la asignatura pendiente: "Cuando te marcan te vienen los fantasmas y repites las malas sensaciones que tuviste hace poco. En otras ocasiones, fuera de casa no nos importaba ser dominados. Incluso estábamos cómodos. En Alcorcón irnos al descanso 2-0 fue duro. Nos vinimos abajo. Somos conscientes de que no podemos ir cada 15 días con ese temor".