Para el Zaragoza, el encuentro tiene más urgencias que para el Oviedo. Es cierto que en el caso azul, las últimas derrotas condicionan la previa y han provocado que el vestuario se tome la cita como una oportunidad única para lavar su imagen. Pero en el lado maño, la victoria es más que necesaria para no descolgarse de la lucha por los puestos punteros. El Zaragoza es 14,º, con 21 puntos, a tan solo dos del descenso a Segunda B.

"Hasta la pasada semana la imagen era buena, pero lo más importante y que tenemos que entender es que no podemos ir acumulando derrotas ni esa sangría de goles. Cuando juegas mal, hay que empatar. Así vas sumando y esos puntos los irás haciendo buenos. Lo que te hace ir hacia atrás son las derrotas, por eso debemos intentar ser más regulares", explicó el técnico zaragocista en su intervención semanal ante los medios.

Para el preparador, el Oviedo es "complicado", con sus virtudes y sus defectos. Agné centró su intervención en cómo mejorar los números defensivos: con 25 goles en contra son el conjunto más batido de Segunda: "Los goles en contra se corrigen con trabajo y responsabilidad".