Uno de los principales focos de preocupación en el oviedismo es el estado del terreno de juego del Carlos Tartiere. El accionista Fernando Cuevas aprovechó el turno de ruegos y preguntas para mostrar su malestar sobre este asunto. En la réplica, Menéndez Vallina le dio la razón al aficionado. "Estoy de acuerdo. Desde aquí queremos darle un 'capón' al Ayuntamiento y dejamos constancia de nuestro malestar. El césped está muy mal y tenemos miedo a que los futbolistas se lesiones. Que conste que no será porque no lo hemos dicho", explicó el dirigente, que reveló que sólo había un operario encargado del mantenimiento: "Se puede hacer un cuidado más intensivo, con más de una persona dedicada, pero es la forma de contratación de la administración".

Otra accionista, Ana Bango Suárez, expresó su malestar por el hecho de que en el estadio no se habilite una zona para dejar los carritos de los bebés, como sí sucede en otros estadios "como San Mamés o el del Girona". La aficionada, que ya ha escrito varias cartas al club, a la APARO y al Ayuntamiento, obtuvo respuesta del presidente: "Quizás sería buena idea habilitar unas consignas, con un precio simbólico, pero hay que preguntar al Ayuntamiento porque hay cedidos algunos espacios del estadio a otras organizaciones".