Hay derrotas que son más difíciles de digerir. La que sufrió el Oviedo ante el Córdoba es una de ellas, no por la trascendencia sobre la clasificación ni sobre el equipo sino por una simple cuestión de tiempo: el próximo partido es en tres semanas, no en una, como es habitual, y eso alarga la vida de la derrota, y por extensión su mal recuerdo.

Los futbolistas del Oviedo lo saben y el sábado, tras el partido, quisieron lanzar un mensaje a la afición: que entienden su mal sabor de boca y su cabreo, pero que no desistan en el apoyo y que continúen con el equipo hasta el final, que lo van a necesitar.

Linares y Rocha prometieron, en nombre de la plantilla azul, regresar del parón navideño "con las pilas cargadas" para volver a ganar y a convencer. El delantero aragonés fue muy explícito: "Que tenga la gente claro que vamos a estar arriba, o por lo menos en el grupo para luchar por el play-off hasta el final", dijo. "Va a estar todo reñido pero estaremos en esas posiciones de pelearlo", añadió. El delantero, que fue suplente tras casi tres meses en las alineaciones, quiso "agradecer a la afición el apoyo que nos ha dado este año" y lamentó no haber podido "dedicar" un triunfo a la hinchada para cerrar el año.

Rocha admitió el "mal sabor de boca" de la afición tras la derrota, pero pidió que "sigan apoyando al equipo, que los necesitamos, que hemos demostrado durante esta primera vuelta que cuando hemos sido una comunión el equipo ha dado lo máximo". "Por nuestra parte", continuó Rocha, "pedirles que sigan con nosotros, que los vamos a necesitar a final de temporada".

Rocha y Linares reconocieron que las tres semanas que restan antes del próximo partido frente al Sevilla Atlético (domingo 8 de enero a las 20.00 horas) van a ser "largas". "Si por nosotros fuera jugaríamos ya. Cuando volvamos hay que apretar y empezar el año con las máximas garantías", dijo.