Cada vez que sale el calendario de la temporada, en Valladolid y en Oviedo se busca una fecha concreta. Aquí se mira a ver el día en que el Oviedo juega en Pucela y allí se busca un día como el de hoy en el que el Valladolid visita el Carlos Tartiere. El viaje, para muchos aficionados, de aquí y de allí, es obligado. Hoy en el Tartiere habrá unos 1.200 hinchas del Valladolid, que serán recibidos como unos oviedistas más. En realidad, un poco también lo son. Primero pucelanos, pero después oviedistas. Y viceversa.

El fútbol está lleno de historias bonitas y la del Valladolid y el Oviedo es una de ellas. Los dos equipos tienen una estupenda relación desde hace muchos años , especialmente visible en el hermanamiento entre las dos aficiones. Ambos equipos son hermanos de fútbol, las dos hinchadas están unidas y el ambiente que se forma cada vez que uno y otro se enfrentan está marcado por el buen rollo, unos mezclados con otros para compartir deseos, esta vez, de Primera División.

"Venir a Oviedo siempre es una fiesta porque nos tratan de maravilla", asegura José Antonio Pérez, presidente de la federación de peñas del Valladolid. Pérez será uno de los que estará hoy en Oviedo. Es una gozada disfrutar de Oviedo, del oviedismo. Es el mejor viaje con diferencia", dice.

La federación de peñas pucelanas vendió esta semana un total de 1.154 entradas. Hay contratados nueve autobuses que llegarán a Oviedo esta mañana, sobre las diez. Siete de ellos volverán tras el partido y dos se quedarán a hacer noche en la ciudad para regresar el domingo. El año pasado se dieron cita en el Tartiere 1.500 aficionados pucelanos.

Este curso, el Oviedo jugó en Valladolid un domingo a las 22.30 horas, lo que mermó la presencia de oviedistas en Zorrilla. No obstante, fueron 500. La temporada pasada, sin embargo, se desplazaron 2.500.