El equipo técnico del Real Oviedo no parece dar con la tecla adecuada para revertir la negativa situación de los azules fuera de casa.

En una nueva vuelta de tuerca, Fernando Hierro cambió de nuevo su sistema de juego hacia una defensa de 5 con dos carrileros en las bandas. David Fernández, Verdés y Christian ocupaban el centro con Johannesson y Varela en los laterales.

Estos cambios no produjeron el resultado apetecido.

Tras una primera parte con dos equipos muy especulativos y timoratos en el ataque, todo el bagaje ofensivo se acabó reduciendo a una serie de disparos desde fuera del área sin peligro y a un remate de Javi Álamo que se marchó rozando el palo.

Escaso recuento para un equipo que aspira a entrar en playoff y que se enfrentaba además a un colista en crisis de resultados.

Si los visitantes esperaban mejorar el signo del encuentro tras el paso por los vestuarios pronto se dieron de bruces con una situación ya varias veces repetida en sus partidos a domicilio, un gol a los pocos instantes de reanudarse el juego.

Al igual que ocasiones anteriores el Oviedo no supo reaccionar ante este golpe. Comenzó a apretar en ataque y las mejores ocasiones fueron suyas pero todo a costa de desordenarse y dar muchas facilidades en la línea defensiva a su rival.

Ante este panorama el Real Oviedo mereció mejor suerte. Pudo empatar el encuentro por medio de Linares o Verdés pero fue duramente castigado por las contras locales.

En el minuto 80 fue Quique el que remató en el área pequeña el servicio de Javi Álamo y poco después el recién ingresado Gaspar el que aprovechaba una indecisión defensiva para marcar el tercero y certificar una goleada a la que parece que se están acostumbrando los de Hierro en sus partidos fuera de casa.

Poco más que destacar aparte del debut de Johannesson en Liga, en un partido en el que como la gran mayoría de los disputados como visitante, el equipo ovetense sale a especular con el resultado y se queda sin reacción tras recibir un gol.

El próximo encuentro de los azules se disputará en el Carlos Tartiere. Domingo a las 12:00h frente al RCD Mallorca en un partido en el que el Oviedo lo fiará, de nuevo, a su seguridad como local ante la alarmante sequía de puntos logrados como visitante.