La buena relación entre el presidente del Almería Alfonso García y Fernando Soriano y su confianza ciega le dieron la oportunidad al futbolista la temporada pasada de tomar las riendas del equipo. El Almería atravesaba una tremenda crisis de resultados que amenazaba con mandar al equipo a Segunda B. Fue entonces, en la jornada 39ª., cuando el presidente andaluz decidió despedir a Gorosito y entregar los mandos a Soriano, jugador hasta entonces.

El rival aquella semana fue el Oviedo, el Almería ganó 3-1 al equipo de Generelo y logró un importante impulso por la salvación, una situación que cerró en la última fecha. El primer contacto de Soriano con los banquillos fue más que satisfactorio: el Almería había logrado dos victorias y dos empates y había mantenido la categoría. La confianza en el joven técnico se renovó para la presente temporada.

Pero este año las cosas no le han salido tan bien al conjunto almeriense. Considerado uno de los equipos llamados a estar arriba, la realidad le ha situado en estos momentos como un serio candidato al descenso. El Almería es último, tras el empate del Nàstic ayer, con 21 puntos y se encuentra a tres de la salvación.

El presidente ha tenido paciencia pero la situación puede cambiar esta tarde. Si el Almería no gana, Soriano podría dirigir su último choque ante, precisamente, el mismo equipo contra el que debutó.

No es sencilla la situación clasificatoria del Almería ni tampoco lo ponen fácil las ausencias. Soriano ha tenido que darle vueltas a la cabeza esta semana para formar su once. Cuenta con siete bajas y ha tenido que citar a tres futbolistas del filial, que juega en Tercera División.

Soriano tiene las bajas de los sancionados Nano (exjugador del Oviedo), Morcillo y Fidel y los lesionados Isidoro, Corona, Juanjo y Zongo. La parte positiva es que recupera a Ximo Navarro y a José Ángel. La plaga de bajas ha provocado que el técnico haya tenido que tirar del filial para completar la lista. Han entrado en la convocatoria para esta tarde Gaspar (que ya había debutado con el primer equipo hace dos campañas), Sillero (máximo goleador del filial) y Garrido, que jugó la temporada pasada en el Sporting B.