El técnico del Real Oviedo Fernando Hierro ha defendido hoy su idea de no ser un "hombre de sistemas" si no de decidir semana a semana el dibujo del equipo en función de los jugadores disponibles y sus características ya que "mientras se gana todos los sistemas parecen buenos, y cuando pierdes, ninguno lo es".

"El fútbol es ganar o perder, si ganas con un 4-4-2 bien, si no, dirán que ese mismo sistema es fruto de la falta de alternativas tácticas. Creo en la personalidad del equipo, en el factor global y en decidir en base a sensaciones. Un entrenador busca cambios porque hay sanciones, lesiones... y toca sacar, en base a sensaciones, las mejores virtudes del equipo", ha explicado Hierro. El malagueño ha señalado que jugar con defensa de cinco es algo que el equipo ya probó en pretemporada -ante el Deportivo de La Coruña-, y que responde a las características de Diegui Johannesson y Varela, jugadores que pueden dar mucho "poder ofensivo" con ese dibujo.

"Estos cambios son cosas que hueles como entrenador y tomas una decisión. Si ganas, has movido bien las piezas, si no, es que no tienes clara tu idea de juego. Entiendo que esto es riqueza, y jugadores como Christian ya habían jugado en ese sistema y con carrileros largos y centrales era una opción", ha comentado.

Hierro quiere "dar un paso al frente" fuera de casa, donde el equipo acumula cinco derrotas consecutivas, y cree que la clave para conseguirlo en Anduva pasa por "igualarse en intensidad ilusión y ritmo" a un Mirandés que llega antepenúltimo y con la necesidad de sumar.

"Tenemos ganas de que llegue el partido, no tiene que tener el Mirandés más apremio que nosotros por su situación. Nosotros tenemos nuestra propia guerra, nuestro objetivo y los puntos que se suman ahora son muy importantes de cara al tramo final de competición", ha advertido Hierro.

El entrenador carbayón espera un Mirandés con un sistema "difícil de contrarrestar", una defensa de cinco que tienen "muy consolidada" y un bloque que juega "alegre y fuerte" ante su público, lo que hace que esté ganando en confianza como grupo.

"Es una salida difícil para cualquiera, pero tenemos que hacer de Anduva nuestro Tartiere. Se trata de que la afición que viaja a apoyarnos vea a los futbolistas dejarse el alma en el campo y que, cuando vuelva lo haga orgullosa de su equipo", ha explicado Hierro, que confía en "las fortalezas y personalidad" del grupo.

Los azules, que han trabajado hoy a puerta cerrada, tienen prevista una última sesión mañana a primera hora para dar después la la lista de convocados para enfrentarse al Mirandés, encuentro al que no llegan Verdés, Óscar Gil y Erice, todos ellos descartados por lesión.