Una buena pista para saber que Susaeta está cómodo es analizar sus golpeos. El domingo, desde la esquina, contribuyó de forma decisiva a la victoria azul. Fue un córner teledirigido al corazón del área, el lugar preciso donde debía aparecer Costas, la novedad. El gallego puso la cabeza y envío a la red. El mejor Susaeta está de vuelta. El comienzo de temporada mostró la cara más gris del vasco, impreciso incluso a balón parado, su arma más fiable. Los dolores en el pubis no le permitían sonreír. Ahora empieza a recuperar su mejor versión.

"Pues no sé si sería mi mejor actuación, la verdad. El campo tampoco ayuda porque fallas pases, controles, te precipitas?", contesta cuando se le menciona su partido ante el Mallorca. "Yo me encuentro bien y estoy mejor que al principio de temporada", concede el extremo que zanja el debate: "Tampoco me voy a volver loco por un partido".

Susaeta, siempre autocrítico, es consciente de que su rendimiento en la primera vuelta no fue como el de la temporada pasada. Ahora empieza a encontrarle el punto, manteniéndose como un fijo para Hierro en la derecha. En su análisis, el extremo aplica la valoración del grupo a la suya. "Lo de los partidos fuera hay que darle la vuelta. Tenemos que dar un golpe encima de la mesa. A mí me fastidia cómo se ha dado en las últimas semanas. Debemos hacer autocrítica, exigirnos más, yo el primero, e ir a por el partido. Si hacemos más méritos que ellos estaremos cerca de la victoria. Algo que no ha sucedido en los últimos desplazamientos", indica.

De cara al choque, el Oviedo contará con ayuda desde la grada, algo que a Susaeta no le sorprende: "Soy veterano aquí, estoy acostumbrado. En Segunda B recuerdo muchos partidos fuera con gente apoyándonos y era la etapa más difícil. Parece que irán 1.000 así que es una gran oportunidad para lograr los tres puntos".