El Real Oviedo sumó su tercera victoria consecutiva, y la quinta en los seis últimos encuentros, lo que le permite ascender hasta el triplete de perseguidores de Levante y Girona que les siguen en la tercera posición.

Con un fenomenal ambiente (récord de asistencia en el Tartiere esta temporada con 17.683 espectadores), los azules fueron capaces de superar a uno de sus rivales directos por la promoción y/o ascenso y, lo que puede ser decisivo al final, empatarle el golaveraje particular en caso de empate.

El tanto de Erice en el minuto 89 puede suponer casi cuatro puntos para los ovetenses, los dos más que suman, el que resta el Getafe y ese golaveraje particular.

Fernando Hierro se decidió por la continuidad en su alineación titular con el único y obligado cambio de Torró por el lesionado Vila.

El Real Oviedo parece un equipo consolidado en una forma de juego no vistosa pero sí efectiva. Controla los partidos haciendo que pasen pocas cosas sobre el terreno de juego para luego golpear con fuerza a la mínima oportunidad a su favor.

Así ocurrió de nuevo y con el finalizador habitual, Toché. Recuperación de Susaeta al cumplirse al cuarto de hora, pase en profundidad sobre el delantero que cruza la pelota con facilidad ante la salida del portero.

El Oviedo es un equipo fiable en cuanto se pone por delante en el marcador, solo el Getafe en la primera vuelta consiguió remontar un partido al equipo asturiano durante esta temporada, y los de Bordalás intentaron repetir la situación por segunda vez.

No llegaban con continuidad pero el balón cada vez rondaba más por el área de Juan Carlos. Una falta de Damián rozando la escuadra o un remate de Chuli que hizo lucirse al meta local fueron sus mejores acercamientos.

La segunda mitad comenzó con un Getafe dominador. Nada más reanudarse, Chuli no falló al aprovechar un centro de Álvaro desde la derecha para empatar el encuentro en el minuto 47.

El dominio del Getafe duró quince minutos más, hasta el sesenta. En ese tiempo Chuli falló otra buena ocasión antes de que el Real Oviedo retomara las riendas del encuentro.

La entrada de Erice y Michu dio más empaque y presencia en el campo rival a un equipo ovetense que no llegaba a puerta con claridad pero que cada vez lograba más faltas laterales con las que buscar las cosquillas al rival con sus hombres altos.

En la última de ellas, la defensa madrileña consiguió despejar la pelota pero el balón le cayó en la frontal a Erice que se colocó el balón para ajustar su disparo a la escuadra de un Alberto que no pudo hacer nada, a pesar de su estirada, para evitar el tanto de la victoria local.

Alegría final desbordada de jugadores y público en la mejor entrada de la temporada y que permite afrontar con optimismo la visita de los azules a tierras catalanas para enfrentarse al Reus.

Será en un horario no habitual, viernes a las 20:00h en el que los de Hierro buscarán seguir su racha positiva y sumar su cuarta victoria consecutiva.