El juicio del partido no debería depender de una acción postrera. Hasta el zurdazo de Erice el Oviedo había sido un equipo ordenado, sólido, con un eficaz trabajo defensivo y que buscó la chispa arriba en acciones aisladas. Los azules jugaron ante el Getafe uno de esos partidos más interesantes para los amantes de las pizarras que para el espectador medio. En ese análisis anti resultadista, el Oviedo dio la cara. Pero el juicio queda condicionado por la acción final. Erice enchufó un zurdazo que hizo estallar al Tartiere. La victoria, disfrutada especialmente de una forma tan agónica, significa algo más que tres puntos.

En primer lugar está la cuestión anímica. Vencer en el último suspiro, tras un partido tan completo, es un chute importante de moral. "El gol fue el colofón perfecto. Al partido y a la racha de las últimas semanas. Fue una victoria importante ante un gran equipo que estará al final peleando por el ascenso", valora David Fernández. Toché coincide con su compañero: "La regularidad que estamos mostrando en casa es impresionante. Se ve que tenemos confianza, que todos los futbolistas se consideran importantes. Estamos en una línea ascendente".

Además está el elemento matemático. Los números nunca mienten. El Oviedo suma 41 puntos en una confortable quinta plaza y está empezando a acomodarse entre los cinco primeros. Con el ascenso directo aún a una distancia importante (el segundo, el Girona, aventaja a los azules en ocho puntos), la vista se fija en lo que sucede inmediatamente detrás. El Oviedo está igualado a 41 puntos con Cádiz y Tenerife; y el Getafe es sexto con un punto menos. El Valladolid, séptimo, se sitúa a tres puntos de los carbayones. Ahí se produce una pequeña brecha, con el Lugo y el Numancia, octavo y noveno, a cinco puntos de los azules. "Se está produciendo una división entre los de arriba y los de abajo y nosotros estamos bien situados", señala Toché.

La confortable situación llega en el mejor momento de la temporada. Así lo dicen los números. Por vez primera en el presente curso, los azules sumar tres victorias de forma consecutiva. A pesar del borrón en Almería de hace cuatro jornadas, la victoria sirve para confirmar muna dinámica al alza: El Oviedo se ha impuesto en cinco de los últimos seis encuentros.

Por último, la victoria también tiene efectos externos: el triunfo hace resaltar el papel del Tartiere. "Sin la gente no lo hubiéramos logrado", señala Toché. "Al inicio de la segunda parte nos encontramos con un gol en contra y algunas dudas. Pero gracias al apoyo de la gente, nos recuperamos y tuvimos la fuerza extra necesaria para remontar", interviene David Fernández. Toché culmina: "Ojalá veamos el mismo ambiente de fútbol hasta el final de la temporada".