Diego Cervero puso la esperanza en el Carlos Tartiere y David Fernández arañó la gloria en el Ramón de Carranza. Fueron los dos nombres propios de aquel play-off, aquella eliminatoria que devolvió al Oviedo al fútbol profesional. Esos dos tantos, tantas veces repetidos en la imaginación oviedista, tienen una naturaleza similar: fueron de cabeza. Ese capítulo de la historia azul se escribió con la testa. El Cádiz regresa al Tartiere con un equipo sólido, anclado a las posiciones de privilegio, y, paradójicamente, con el juego aéreo como una de las marcas de identidad. Con 8 goles de cabeza hasta la fecha, el Cádiz es el cuarto equipo de Segunda que más marca de esta forma.

La clasificación de goles de cabeza de Segunda División está liderada por el Numancia, especialista en la materia, que ha hecho 10 tantos de esta manera. Le siguen Huesca y Elche, con 9 dianas cada uno de cabeza. A continuación está el Cádiz y sus 8 dianas.

Pero el Oviedo no se queda corto en las jugadas de esta naturaleza. Los azules acumulan 7 tantos de cabeza en lo que va de temporada, solo uno menos que el Cádiz y tres menos que el Numancia, el más destacado en estas lides. Toché es la referencia en el ataque carbayón también en testarazos: lleva dos. Han ayudado en esta tarea los goles de David Costas, Michu, Verdés, Linares y Lucas Torró (que será baja el sábado por acumulación de amonestaciones). El equipo de Segunda que menos goles ha marcado de cabeza es el Zaragoza, con dos tantos así.

El gran peligro de los gaditanos llega en la figura de Ortuño, finalizador del ataque amarillo, a pesar de que solo lleva un gol en las últimas siete jornadas de Liga. También es un virtuoso en los remates de cabeza: ha anotado cuatro de sus 14 tantos ligueros de testa. Es el máximo goleador de Segunda es estas artes, igualado con Pablo Valcarce (Numancia), Manu del Moral (Numancia) y Melero (Huesca).

El duelo del sábado se presenta tan igualado que cualquier detalle puede desnivelar el choque. Ante partidos de tanta igualdad, la estrategia cobra una especial importancia. Y ese campo, el Oviedo es un equipo experto. Con siete goles en acciones a balón parado, los de Hierro son los que más provecho sacan a estas jugadas.

Le igualan con otros siete goles el Levante y el Lugo. El Cádiz, con cinco tantos, es el cuarto equipo de Segunda en las jugadas de estrategia. El efecto contrario es el que están logrando el Rayo Vallecano y el Valladolid que solo han anotado un gol hasta ahora gracias a la pizarra de sus entrenadores.

Ya el partido de la primera vuelta se vio el mejor ejemplo. El Oviedo salió bien plantado al Carranza, con ese 4-1-4-1 novedoso en aquella mañana de septiembre. Y logró adelantarse en el marcador gracias a un córner que Verdés peinó y Toché voleó a la red.

Fernando Hierro está atento a todos los detalles y las jugadas de estrategia es una de sus predilecciones. De momento, le está dando buenos resultados: el equipo gana en solidez.