A Juan Carlos se le invita a alabar las virtudes defensivas del equipo, después de la sexta semana consecutiva puntuando, pero el portero contesta con gracia. "Si sacas pecho, te ponen chepa", advierte, haciendo uso de una expresión nunca escuchada en los mentideros futbolísticos. La espontánea contestación sigue el patrón fijado por Fernando Hierro en la previa, en una intervención en la que subrayó en varias ocasiones la palabra "humildad". La lectura es sencilla: el Oviedo ve cada vez más cerca su objetivo (meterse en el play-off) y nadie, especialmente el cuerpo técnico, quiere que aparezcan elementos externos que desvíen el objetivo.

Porque la meta se ha acercado un pasito más. Quizás el punto de Soria no signifique una gran zancada pero sí avanzar hacia el final deseado. Queda una semana menos para la conclusión de la competición, 13 encuentros por disputar, y el Oviedo mantiene su cómoda renta frente a los perseguidores del play-off: seis puntos respecto al séptimo. El Huesca solo pudo igualar en Almería (0-0), el Valladolid cayó en su campo ante el Levante con estrépito (0-4) y el Lugo igualó en Mallorca (1-1). El siguiente perseguidor, el décimo, ya es el Numancia, el rival del sábado. Desde el punto de vista numérico, la jornada es satisfactoria para los intereses azules.

Cuando se echa un vistazo al juego y lo sucedido en Los Pajaritos se abre el abanico de interpretaciones. Que el Oviedo no mostró su mejor cara con la pelota parece una conclusión evidente. Así lo interpretó el mismo Hierro después del choque. "Nos ha faltado paciencia con el balón", explicó el técnico sobre el empate antes de destacar la imagen de solidez mostrada. El Oviedo supo sufrir en Soria en uno de esos empates que pueden dejar satisfacción cuando se analiza con perspectiva.

"No es nada sencillo sumar en Los Pajaritos", comienza Juan Carlos su análisis, dejando claro la dificultad de la expresa. "Ellos tienen un bagaje importante ante su gente y el Oviedo estuvo entero, serio, correoso y solidario", añade. Y resume: "Sumar siempre es bueno". Su compañero Lucas Torró se une a esa corriente de opinión: "Nos fuimos satisfechos porque es un buen punto. Competimos bien, mantuvimos la portería a cero e incluso gozamos de una oportunidad para marcar al final. Es cierto que ellos tuvieron ocasiones pero también pudimos ganar. Lo importante a estas alturas es sumar".

El análisis es coincidente en todos los casos: el juego es mejorable pero el empate permite seguir creciendo. También hay algunas conclusiones futbolísticas favorables, la mayoría referidas a la fase defensiva. "No era sencillo frenar su juego porque el Numancia tiene jugadores que se mueven bien, que se meten por dentro y crean superioridad. Tuvimos que juntar las líneas y hacernos fuertes y creo que estuvimos bien", indica Torró. "Dejar la puerta a cero es sinónimo de puntuar", señala Juan Carlos usando la lógica; "Para el portero, además, siempre es una noticia positiva". Torró ve en este dato un síntoma de evolución: "Hace unas semanas nos marcaban muchos goles fuera, nos llegaban fácil pero eso ha cambiado. Ahora somos más sólidos. Y si tenemos ocasiones, solemos convertirlas".

Los fantasmas fuera de casa parecen cosa del pasado. El Oviedo que caía durante cinco salidas consecutivas ha desaparecido para dar paso a un equipo más fuerte, que aunque no está al excepcional nivel que muestra en el Tartiere, sí es capaz de cerrar con eficacia y de hacer daño con chispazos. La próxima cita, en Vallecas, es una salida con más peligro del que dice la tabla. Por eso, la plantilla no se fía. "Lo que hemos hecho hasta ahora no cuenta, solo debemos pasar página y centrarnos en el partido de Vallecas", indica Juan Carlos. El equipo regresa mañana al trabajo con el firme objetivo que la racha se mantenga una semana más.