La veteranía de Fernando Hierro, años y años de fútbol al máximo nivel, se nota también, y quizá sobre todo, en la sala de prensa, un lugar renovado en El Requexón en primera línea de césped, con cristalera corredera y aire acondicionado. Allí, delante de micrófonos y grabadoras a la caza de titular, Hierro tira de experiencia semana a semana para dar las menos pistas posibles sobre sus planes. Libertad para preguntar, libertad para responder, un clásico en este negociado.

Se agradece en Hierro, no obstante, el trato siempre exquisito con la Prensa, en las menos buenas como antes y en las buenas como ahora, ni un roce reseñable en los ocho meses, camino de nueve, que lleva ya en Oviedo. Ayer, por ejemplo, se le reclamó alguna pista en el once ante el Rayo, si las dos bajas con las que cuenta el equipo (Christian y Toché) serán cubiertas por jugadores de sus mismas posiciones (Varela y Linares). El andaluz tiró de coña primero ("vamos a inventar algo, once saldrán al campo") para luego decir en serio lo que ya se sabe, discurso siempre en plural, arropando a sus ayudantes: "No cambia mucho la forma que tenemos de entender esto ni los cambios de sistema. Un día se necesita una cosa y otro partido se necesita otra", comentó el técnico.

Luego, más adelante, dejó un titular, más bien una advertencia, que quizá explique el momento de temporada en el que estamos, esa etapa en la que se van definiendo las cosas y resulta inevitable, porque lo es, jugar con un ojo puesto en la clasificación. Hierro advirtió sobre eso, nada de fijarse en la tabla, sabedor precisamente que ahora es lo complicado: "Lo importante es olvidarse de la clasificación, focalizar bien el partido. La clasificación es la que es, pero el Rayo tiene jugadores de primer nivel", señaló.

La clasificación muestra a dos equipos separados por 17 puntos y 16 puestos; el Oviedo afianzado en el play-off de ascenso a Primera en la quinta posición y el Rayo penúltimo en descenso directo a Segunda B (en Primera, entre el quinto y el penúltimo hay 30 puntos de diferencia). Semejante panorama inclina inevitablemente el favoritismo hacia el lado azul, si es que en esta categoría se pudiera hablar alegremente de favoritismos, y de alguna manera le concede al Oviedo la obligación no escrita de gobernar que se les atribuye a los equipos que, sobre el papel, que es donde se pueden hacer las cábalas, pintan más poderosos. Y aquí viene otro titular bueno e inteligente de Hierro, preguntado sobre si el Oviedo debe salir a Vallecas a por el partido: "No se trata de ir a por el partido sino cómo ir a por el partido", dijo el andaluz, que agregó que "el Rayo, necesitado, es más peligroso porque es un equipo que en cualquer momento puede explotar". O sea, esto no va de obsesionarse con mandar y caer en la precipitación, sino de saber cuándo hacerlo; leer bien el partido y elegir también bien los momentos. En Segunda, con tanta igualdad, los momentos, los detalles, mandan.

Tampoco se trata de obsesionarse con la producción ofensiva, -eterno debate azul- más allá de tratar de mejorar las posesiones en determinados momentos, como dijo el técnico en Soria. "Jugamos con extremos puros, con media punta, a veces con dos delanteros. Jugamos con gente suficientemente ofensiva", reivindicó, pero admitió que "otra cosa es que a veces necesitemos tener posesiones más largas, más tranquilidad"

Las dos últimas salidas del Oviedo, Reus y Numancia, pueden servir de ejemplo para confirmar que el equipo ha madurado fuera de casa, que sabe sufrir y que, al final, siempre acaba teniendo la opción de llevarse, merecida o inmerecidamente, el partido, que es básicamente de lo que se trata, se juegue bien, mal o regular. "Hemos encontrado un camino y afortunadamente nos da resultados. (Los jugadores) están rindiendo según lo esperado", afirmó el malagueño. El camino de Hierro es ese, pensar en el siguiente, madurar el plan y la alineación para el próximo compromiso, no más. No casarse, tampoco, con un plan concreto. "Hay en teoría un once tipo, pero la semana del Cádiz pusimos a Linares. Seguramente la alineación que todos pensamos no tiene nada que ver con la que termine el año. Esto es fútbol", indicó el técnico del Oviedo, que elogió a Carlitos de Pena, todavía sin debutar: "Es un profesional fantástico" pero "somos 25 y la competencia, ya sabéis. Ahora viene en una fase del año con mucha carga de trabajo y todo el mundo en cualquier momento puede entrar".

Hierro también elogió a Michu, que vuelve a Vallecas, su segunda casa. "Ese campo trae buenos recuerdos. Tuvo un año espectacular", dijo, y añadió: "Es un chico que nos da mucho, lleva al club en el corazón y es una delicia tenerle".