La costumbre en el mundo del fútbol no habla de tartas, ni de globos. Tampoco de aplausos cuando se celebra un cumpleaños. La tradición es más tosca. Los compañeros hacen un pasillo y el cumpleañero se sitúa en uno de los extremos. Cuando todos están preparados, manos levantadas, el protagonista cruza el trazado llevando lo mejor que puede las collejas. En el mundo del fútbol, la alegría se celebra con amistosos golpes. El rito está normalmente reservado a los futbolistas pero Fernando Hierro es como uno más. Por momentos, cuando participa en algún ejercicio o completa un pase puede adivinarse en él la figura de central implacable que dominó en los años 90. Por eso, por esas sensaciones de futbolista, no le cuesta someterse al pasillo de celebración. Es el día de su 49.º cumpleaños y Hierro luce su habitual sonrisa cuando ha finalizado el entrenamiento.

"Me voy haciendo mayor. Y eso que ayer me afeité?", comenta para responder a las felicitaciones. En un día tan especial es inevitable tomarse un tiempo para una reflexión más a largo plazo de las habitulales. ¿Se ve Fernando Hierro celebrando en Oviedo su quincuagésimo cumpleaños? "Sí, claro, me gustaría celebrarlos aquí", responde de forma espontánea antes de incidir en la idea: "En Oviedo estoy contento, tranquilo? Me gusta la ciudad, entreno con un grupo fantástico y me encuentro cómodo en el club".

Hierro se comprometió el pasado verano con el Oviedo por la presente temporada más otra opcional, sin que las partes explicaran en qué consiste esa posible continuidad. Si dejaron claro los interesados que se trataba de un proyecto a largo plazo. Nada de remedios temporales. El Grupo Carso buscó un líder para su nuevo plan y la figura de Hierro emergió en una búsqueda que reunió varias alternativas. Arturo Elías, como siempre que sucede con las decisiones de calado, tuvo la última palabra.

Por parte del malagueño parece clara su apuesta por el Oviedo. Está contento con la experiencia y los que le conocen dicen que está muy a gusto en la ciudad. Hay presión, pero nada comparable al Madrid que él capitaneó. Desde el club se reconocen muchas de las mejoras introducidas: La profesionalización en varias áreas. Y los resultados, de momento son positivos. Pero esos resultados son los que determinarán a final de temporada el éxito o el fracaso de la aventura. Así de cruel es este deporte.

Hierro, hombre de fútbol, es consciente de la trascendencia de los resultados y por eso, después de lanzar su deseo de continuidad, regresa al discurso oficial. "Pero solo pienso en el Girona, no miro más allá. El Girona y los otros once partidos que nos quedan", declara como si hubiera saltado el piloto automático y tocara regresar a la agenda.

Toca recibir al Girona (mañana, 20.45 horas) en una jornada especial, aniversario del club incluido, y a Hierro el choque le suena a cita grande. "Jugamos contra uno de los mejores equipos de Segunda. Tienen un sistema difícil de contrarrestar, así que hay que ser inteligentes. Juegan con cinco defensas, tres en el medio y dos arriba. Suelen cambiar a los jugadores pero no el estilo", advierte. El partido suena a oportunidad perfecta para recuperar las sensaciones perdidas en Vallecas, aunque para el entrenador las cosas suceden con más normalidad. "Yo me tomo las cosas con naturalidad. Aquí la victoria se disfruta poco y la derrota se sufre mucho. Tenemos que tener la pausa, la calma necesaria para afrontar la competición", asegura. "No nos podemos engañar: en estas 12 jornadas nadie puede tener más ilusión ni más ganas que nosotros. Otra cosa es que se vayan los partidos por detalles. Contra el Rayo se nos va porque a nivel grupal no supimos leer el partido en esos primeros quince minutos. Y ahí yo también tengo mi responsabilidad".

Para el vestuario ha llegado el momento de la verdad. Quedan doce jornadas, tres meses, y la situación del equipo invita a soñar. La parte menos positiva es la distancia con los dos primeros, lo que convierte el ascenso directo en una misión casi inalcanzable. La visión optimista, que el equipo tiene muchas razones para pensar que estará en el play-off. La trayectoria y la capacidad para superar los obstáculos avalan esta postura. "En 42 jornadas lo importante es saber levantarse. El martes les pedí que tuvieran la misma sonrisa porque esto es una carrera de fondo", explica el malagueño.