Las opciones cuando tienes una plantilla de 25 hombres son amplias. Por esa, entre otras razones, Fernando Hierro siempre se declara contrario al inmovilismo. Le gusta la variedad en su equipo. En los últimos tiempos, el malagueño ha ido confirmando algunas cosas en su once. La meta es de Juan Carlos, Johannesson ha irrumpido con fuerza en el lateral o Toché siempre será la referencia. El once ideal va, poco a poco, perfilándose a medida que se acerca el final de temporada pero sigue existiendo una línea más abierta a las variaciones. El centro del campo es el elemento más mutable en la libreta de Hierro.

En el último mes de competición, el entrenador ha empleado cuatro formaciones diferentes en la medular. El 4-4-2 es el sistema que se ha impuesto como más habitual, y así entró el Oviedo en marzo, apostando por un dibujo que premiaba la presencia de futbolistas en el área, con Toché y Linares como últimas referencias. Aquella tarde, ante el Cádiz en el Tartiere, la línea de medios fue la formada por Susaeta, Erice, Borja Domínguez y Berjón. Domínguez, que había entrado en el Oviedo en la media punta, inició el choque en el doble pivote, como primer encargado de la construcción del juego ofensivo.

El Oviedo firmó ante el Cádiz un encuentro muy convincente, remontada incluida, con un centro del campo que encajó a la perfección. Obligado a llevar el peso del choque tras el gol gaditano, los azules tuvieron la pelota el 59,3% del tiempo y completaron 473 pases (con una precisión del 75,3%). Los datos señalan este choque como el encuentro con más acierto en los envíos de todo el mes.

El sistema cambia en Soria, con un refuerzo para el centro del campo. Susaeta y Berjón siguen en las alas y Erice tiene nuevo compañero, Torró. Borja Domínguez adelanta su posición. Se trata de protegerse. El resultado, 0-0, es mejor que la imagen. El Numancia se encuentra más cómodo y el Oviedo solo puede hacerse con el 47,9% de la posesión y gana el 38,1% de las disputas. La precisión en el pase baja hasta el 68% y en el campo contrario se reduce al 49,2%. También aumenta considerablemente los envíos en largo: uno de cada cuatro. El punto se da por bueno.

En Vallecas, Hierro regresa al 4-4-2, con Michu acompañando a Toché. Susaeta, Torró, Borja Domínguez y Berjón forman la medular, pero la lesión del asturiano hace entrar en escena a Carlitos de Pena. El mal inicio empuja al equipo a intentar atacar, aunque no llega a dominar la posesión (49,2%) ni los duelos (49,6%). El equipo solo tira dos veces a puerta y pierde 2-0.

La última prueba de marzo tiene miga. Llega el Girona, segundo destacado, y Hierro vuelve a retocar el centro del campo. Entra Erice por Borja Domínguez y Nando sustituye al lesionado Berjón. El asunto vuelve a funcionar dando el mando al rival: 40,2% de la posesión para los azules. El Oviedo completa el partido del mes con menos pases (318) y con menos acierto (67%), pero tira más que en el resto de choques de marzo: 4 a puerta, 15 en total. El Girona sucumbe ante la contundencia azul.

Hierro medita qué equipo poner en liza en su duelo del domingo en Tenerife. Ante un rival obligado a exponer en su campo, el malagueño podría optar por la versión pasiva. Esperar y dañar a la contra.