A Diego, once años, pelo negro y mirada inocente, sólo le falta la firma de Michu para hacer pleno. "Y la de Nando, y la de Nando", avisa mientras prepara el rotulador, apurado contra la primera fila de una de las gradas del Carlos Tartiere.

Diego nació en el año 2005 y lo del Oviedo en Primera le suena a chino. Así le suena también a Álvaro, ocho años, nacido en 2008. Y a Irene, y a Israel, y a Candela. Y a la mayoría de los cerca de 300 chavales que ayer, con sus sonrisas y su ilusión, con la tremenda fuerza que desprende un niño, arroparon al Oviedo en el entrenamiento de ayer en el Carlos Tartiere.

Ahora que el Oviedo vuelve poco a poco a su lugar; ahora que la Primera es un sueño real y se va asimilando que si no se logra hoy se logrará mañana o pasado; ahora que el final del camino es sólo el principio porque ya no hay precipicios que sortear sino trampolines que aprovechar; ahora que las cosas pintan tan bien para el Oviedo, en fin, conviene de vez en cuando hablar con ellos. Sobre todo para no olvidar lo logrado. De dónde se viene.

-¿Qué sabéis del Oviedo en Primera?

-Nada.

Ningún baño de realidad mejor que el que da un niño.

Una de las cosas buenas de la etapa negra del Oviedo son ellos. Generaciones de oviedistas que, en tiempos de Messi o Ronaldo, eligieron a un equipo en Tercera o en Segunda B para hacer de él una fuerte pasión. "Queremos ver al Oviedo en Primera", repite Israel, de Salas, 9 años, enfundado en la equipación completa del Oviedo. Nació en 2007, en el peor momento de la entidad, cuando el equipo bajó deportivamente a Tercera. Aquí un ejemplo.

Ellos representan, al final, el peor pasado y el mejor futuro del club. El futuro es ya mismo, en Lugo, el próximo domingo. El equipo está cuarto clasificado, en disposición de luchar por el play-off de ascenso. Los chavales, esto sí, lo saben, y lo saben también los futbolistas azules, que ayer departieron con ellos un buen rato y se contagiaron de una ilusión que lleva un tiempo siendo grande en el vestuario azul. "El equipo se encuentra bien en todos los sentidos. De cabeza, físicamente. Estamos realmente bien, cada día mejor, vamos a más. Hay que ser muy positivos", señaló ayer Susaeta. "Tenemos buen vestuario, todos entrenan bien. Es todo muy bueno para lograr el objetivo. Y eso pasa por ganar el domingo", señaló el vasco.

Susaeta es de los tipos que mejor hablan en el vestuario de largo. "Va a ser un partido con mucha gente de aquí y los que más van a animar son los nuestros", dijo. "Hay que ir a por el Lugo, a por los tres puntos", dijo, pero recordó que en la categoría "a un partido cualquier equipo te puede ganar".

Susaeta, fijo en las alineaciones de Hierro, ha ido de menos a más este curso. Empezó en la banda, pero actúa a veces por dentro, como ocurrió en Tenerife. Se le preguntó por ese puesto. Y contestó así: "Me siento cómodo. Hasta los 20 años jugaba allí. Luego derivé en la banda. Juegue donde juegue , estaré encantado. Si me toca no jugar, también. A estas alturas lo veo todo desde otro punto de vista. A nivel personal, no me va a pasar nada juegue más o menos. Quiero el beneficio del grupo. Que el equipo vaya hacia arriba", resumió. De largo, de los que mejor hablan en el vestuario azul.