En la hoja de ruta diseñada por Fernando Hierro, inalterable durante toda la temporada, había una parte que se repetía como el ajo: lo importante, decía el técnico del Oviedo, era llegar bien al tramo final de la temporada. Eso, de momento, se ha conseguido, si es que por tramo final se consideran los diez últimos partidos. El Oviedo está bien a falta de nueve duelos (ocho si se descuenta el de hoy) para el final de la Liga. Está bien en la clasificación, bien en el aspecto físico y, parece, bien también en la parte mental.

Porque aquí aparece una nueva variable en el discurso del entrenador: la fortaleza mental. La cabeza, ya se sabe, guía a todo lo demás, especialmente cuando las piernas tienden a fallar, como ocurre cuando el torneo languidece. "Hasta el final va a primar la mente", reconoce Hierro, "competir cada balón, porque un punto te puede meter y las fuerzas han de gastarse en entrenar y preparar cada jornada".

La jornada de hoy vuelve a ofrecer al Oviedo la oportunidad de hacerse fuerte en el play-off. Tenerife y Girona, los dos equipos que el Oviedo tiene por arriba y a los que puede dar caza (descontando el líder Levante), empataron ayer en Canarias y un triunfo permitiría a los azules escalar a la tercera posición y situarse a nueve puntos (tres partidos) del ascenso directo. Hierro lo sabe, pero insiste en su mensaje de centrarse en uno mismo y hacer caso omiso a lo que haga el resto. "Tenemos que pensar en nosotros, los partidos hay que ganarlos y sumar, por lo que entiendo que cada equipo ha de mirar lo suyo y tratar de acabar la jornada lo mejor posible. A nosotros nos interesa el Oviedo, ni siquiera pensar en ser el de casa o el de Tenerife", señaló el técnico durante su comparecencia semanal el pasado viernes en El Requexón.

No quiere el técnico tener presente en Lugo lo de Tenerife porque entiende que cada partido es distinto, como cada rival y cada escenario, y exige cosas nuevas. El malagueño pide sólo a un equipo "reconocible, con sus virtudes y sus defectos", pero "reconocible". O lo que es lo mismo: "Un equipo difícil de batir", que es lo que se pide al Oviedo a domicilio después de las malas rachas pasadas.

Como es habitual, el entrenador no soltó prenda sobre sus planes para esta tarde. Se limitó a decir que "sabemos lo que queremos" y, como pista, dijo que le preocupa "contrarrestar todo el juego interior que tienen", lo que podría derivar en un centrocampista más (Borja Domínguez o David Rocha) y un delantero menos (Linares). También avaló la posibilidad de que David Costas actúe como lateral izquierdo: "En el Celta jugó de lateral derecho. El otro día (frente al UCAM) jugó de lateral izquierda. Es una variable perfecta", dijo. Y añadió: "Es un chico con unas condiciones físicas fantásticas, que tiene muchas posibilidades y está trabajando muy bien".

El preparador malagueño elogió al Lugo, del que dijo que es un "muy buen equipo" con "mucha gente por dentro, gente con habilidad en la banda que se sabe meter entre líneas y uno de los máximos goleadores de la categoría (Joselu)".

Hierro también elogió a la cantera azul después de que un jugador del filial, Francis, haya estado entrenándose con el primer equipo toda la semana: "Nos gusta mirar a la cantera. No concibo el fútbol sin estar pendiente de las categorías inferiores. En pretemporada tuvimos a siete u ocho chavales con nosotros. Los conocemos perfectamente", aseguró el técnico azul.