Fecha marcada en el calendario desde hace mucho tiempo para ver al Real Oviedo, en una ciudad en la que me han adoptado como si fuera un lucense más.

Mi mujer es de Lugo, con eso os lo digo todo. Desde el jueves he estado por tierras gallegas, primero en Foz y desde el sábado en Lugo. Días intensos y como no puede ser de otra regados de Oviedismo.

Como os decía desde el sábado en Lugo y tocó cena con mis amigos los vieyos. Jose y Fernando dándolo todo, oviedistas y buena gente; Bernardo y Nacho, buenos camaradas, y demás gente que se nos unión en los prolegómenos del partido. Sección jesuítica, incluso algún sportinguista (no puedo relevar su identidad) disfrutó del ambiente.

Desde el domingo a las 09:00 tocó concentración en el Hotel Santiago del Real Oviedo para seguir por la zona antigua de la ciudad. He estado en algunos desplazamientos pero lo de este fin de semana ha superado todo. Juntarte con diferentes peñas, cantar, reír y llorar, para mí ha sido máximo. Familiares míos comentan que si soy un papanatas o si me expongo bastante pero no es una obsesión, es una forma de vivir. El Socio (mi hijo mayor) ha tenido la mala suerte de estar con varicela y no poder vivir el ambiente, pero debe estar tranquilo porque tendrá muchas más ocasiones.

Gracias a todas las peñas con las que he estado, no podría nombrar a todas. Gracias a Fernando por subirme en coche hasta el estadio. Gracias O Petisco por cómo nos han tratado en la comida peñista del domingo. Gracias a todos los lucenses (Pepe, Héctor y Alejandro) por el trato recibido y por vuestra predisposición durante estos dos días. Gracias a mi familia política por aguantarme y respetarme.

El partido fue extraño, con opciones, pero los pequeños detalles a estas alturas cuentan mucho y esos detalles fueron del equipo contrario. Solo vale ganar al Huesca. Cuando Toché marcó el gol miré al cielo mientras me decía a mí mismo: ´´Firmo el empate´´. Notaba sensaciones raras y al final fue una pesadilla.

Esa pesadilla se acabó cuando llegue a casa y el Socio me dice: "Perdimos, pero mira lo que me ha regalado Michu". Era una gorra azul. Con esa gorra, su varicela no existe: sus granitos son azules. Su ilusión se centra en el viernes a las 21:00 contra el Huesca.

La afición azul cada día se supera. Si pusiéramos en el día a día la misma intensidad que este fin de semana creo que este mundo sería mucho mejor. Intentaré poner esa intensidad en cada momento para que cuando estemos en Primera División aunque mi hijo tenga paperas pueda ir a ver al Real Oviedo. Gracias a cada uno con los que he compartido unas palabras o un abrazo estos días. Os dejo esta frase del histórico presidente del Ascoli Costantino Rozzi, extraída del libro ´´Saliendo de la calle oscura´´ de Sergio Cortina.

´´LA VIDA NOS RESERVA INSTANTES DE ALEGRÍA Y AÑOS DE SUFRIMIENTO. LO IMPORTANTE ES TRANSFORMAR LOS INSTANTES EN HORAS Y LOS AÑOS EN MINUTOS´´.

O V G