Fernando Hierro acabó el partido y se fue directamente a hablar con el árbitro, Aitor Gorostegui Fernández-Ortega (34 años) un colegiado vasco que este año es debutante en Segunda División tras once temporadas en Segunda B. Al técnico se le vio molesto sobre el terreno de juego en su conversación con el trencilla. Luego, en la sala de prensa, avanzada la comparecencia y tras hacer un análisis futbolístico del partido, dejó su mensaje. "Soy tranquilo, no me gusta meterme en la vida de los demás, tampoco con los árbitros. Pero sentimos que hay cosas que no nos gustan. Lo digo educadamente después de un análisis de fútbol", soltó.

Preguntado a qué se refería, el entrenador evitó concretar: "Hay cosas que no me gustan. No quiero decir más. Somos educados. No queremos justificar una derrota con nada, pero no estamos contentos con algunas cosas", señaló el entrenador.

El preparador malagueño aseguró que la clave del cambio del equipo azul, que arrancó bien el choque, fue el tanto del empate del Lugo. "Tengo la impresión de que el primer gol nos afecta mucho. Hasta ahí, el partido estaba donde queríamos. La jugada de estrategia nos hace daño, nos hace dudar.Vi un buen Oviedo en la primera parte, tuvimos opciones y después peleamos hasta el final con orgullo, raza y carácter.", dijo. El técnico agregó que su equipo tiene que estar preparado "mentalmente" para "cualquier cosa" y para saber gestionar situaciones "tanto si empezamos por delante como si empiezan ellos". Hierro, que se mostró preocupado por la lesión de Varela, dio las gracias a la afición. "Da impotencia porque era un día idóneo, con la gente que ha venido. Le damos las gracias. Hay que pensar en el siguiente partido dentro de cinco días, que es una final ante un rival directo", dijo.