El empate frente al Huesca es de los que no deja indiferente. La afición azul encajó la expulsión de Cristian Fernández con la lógica preocupación de tener que jugar 40 minutos en inferioridad numérica pero al final del partido respiró, más que aliviada orgullosa, porque el equipo se dejó ese alma azul que, muchas veces, se ha echado de menos en los partidos a domicilio.
El punto cosechado frente a un rival directo hizo, tras la jornada sabatina, bueno el refrán de que "un grano no hace granero pero ayuda al compañero". Si bien es cierto que no se pudo distanciar al equipo de Anquela, al menos siguen a tiro de un partido Getafe y Cádiz y un pasito más lejos el Lugo. Con siete partidos y 21 puntos en disputa todo puede pasar, con el Tartiere enchufado para un final de la temporada regular que pinta ser intenso y más disputado que el curso pasado. Mejor no mirar atrás. Sólo adelante para sumar, sumar y sumar. Lástima del penalti fallado por Toché pero a estas alturas nada que objetar al nueve azul; si acaso sólo pedirle que no se obceque con el "pichichi". Una pena la expulsión de Cristian Fernández, un jugador que da al conjunto una garra y entrega imprescindibles en esta categoría. Frente al Levante del asturiano Muñiz faltarán puntales de la defensa pero parece una buena ocasión para que la plantilla dé un paso adelante. En una competición tan larga, 42 jornadas y 4 posibles partidos adicionales de promoción, todo el grupo es necesario. El objetivo bien vale el esfuerzo. Va por Celso Sanjulián.
