La plantilla del Oviedo ha sido configurada para semanas con esta. Porque la visita al Levante (sábado, 18 horas) no es un partido más. La cita es especial; los condicionantes así lo hacen. El Levante es el líder más sólido que ha dado la Segunda División en los últimos años y su paso a Primera es solo cuestión de días. Puede ser el mismo sábado si derrota a los azules. Basta este dato para entender la dificultad de la empresa. Otro detalle más: los de Muñiz no han perdido un solo partido ante su gente. Son el único conjunto de Segunda que no ha caído en su campo. Su saldo en el Ciudad de Valencia es de 14 victorias y 3 empates. Cualquier acercamiento al choque ejemplifica la dificultad de la empresa a la que se enfrentan los de Hierro. Y ha tenido que ser precisamente en esta semana, la de máxima exigencia, la que deja más preocupaciones en zona defensiva.

Porque el cuerpo técnico tiene una dura semana por delante para recomponer el rompecabezas en el que se ha convertido la zaga. Hierro tiene tres ausencias en su retaguardia tras un choque, el del Huesca, que ha alterado una de las líneas más firmes del equipo. La ausencia de Varela ya se conocía desde la semana pasada, al sufrir una lesión en la rodilla en el choque ante el Lugo que le mantendrá algunas semanas al margen del grupo. Y el viernes se sumaron dos más. Verdés se lesionó y en su salida del campo recibió una tarjeta que acarrea suspensión. La marcha de Christian Fernández fue más abrupta: vio la roja directa al inicio de la segunda parte. El tan alabado fondo de armario del que dispone Hierro se enfrenta esta semana a su prueba de fuego. El malagueño tiene varias opciones.

La profundidad de Johannesson. El internacional islandés es un elemento de difícil interpretación para los rivales. Con un estilo peculiar, sus animadas cabalgadas por la banda suponen un factor desequilibrante. Se vio ante el Huesca. Con uno menos en el campo, Johannesson se convirtió en baza ofensiva. Pisó un par de veces el área contraria, la segunda acabó en penalti. Su inclusión le daría el lateral derecho en Valencia.

Parece la opción más lógica y fue la empleada por Hierro ante el Huesca. José Fernández, de perfil más defensivo, se mudaría a la izquierda y David Fernández entraría en escena para acompañar a David Costas en el centro de la zaga. Esta solución permitiría mantener al gallego, imprescindible hoy por hoy, en la zona central de la defensa.

La polivalencia de Costas. Fue la opción elegida por Hierro ante UCAM y Lugo, con resultado más efectivo en la primera prueba. La principal novedad radica en que Costas se mudaría la izquierda para actuar como improvisado lateral. Fernández se mantendría en la derecha y la pareja de centrales estaría compuesta por Óscar Gil y David Fernández.

La polivalencia de Costas le permite tapar el flanco izquierdo con solvencia aunque sin demasiada proyección en ataque. La parte negativa, que privaría al Oviedo del gallego en la parte central. Esta opción, además, le daría la alternativa a Gil, que no participa desde la jornada 28.ª, cuando salió en el descuento para cerrar la victoria (2-1) ante el Cádiz. Su anterior contribución son 59 minutos en la derrota (1-2) contra el Córdoba: jornada 19.ª.

Defensa de cinco. Es la alternativa que premia la seguridad defensiva. Para Hierro, no supondría ninguna novedad. Ya desde la pretemporada el malagueño practicó con defensas de cinco hombres. También usó un dibujo similar en Sevilla y Almería. Esta decisión situaría a los tres centrales sanos -Gil, Costas y David Fernández- en el centro y Johannesson y Fernández en los carriles, encargados de ayudar en la fase defensiva y de desplegarse cuando los azules se hagan con la pelota. La parte negativa, la falta de alternativas en la defensa.