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Qué fue de ellos

Un fuego que nunca se apaga

Fran Cuétara, un fino centrocampista del Oviedo de la temporada 2003-04, es bombero desde 2006 y trata de aplacar los incendios del occidente de Asturias

Fran Cuétara se va de dos jugadores del Lealtad en un partido con el Oviedo en la temporada 2003-04. LNE

Fran Cuétara es bombero. Todavía no tenía la plaza pero ya lo era cuando jugó en el Oviedo, en la temporada 2003-04. Por entonces era auxiliar y podía compatibilizarlo con lo que realmente le importaba: sacar al Oviedo de Tercera. No pudo conseguirlo y eso le dejó un sabor amargo aunque, como todos los de aquella plantilla, guarda esa experiencia en el cajón que la memoria reserva para los momentos más bellos de una vida.

Y es que a Fran Cuétara y a sus compañeros les tocó defender el color azul cuando más complicado fue. Lo hicieron con orgullo y dignidad y a su lado tuvieron a una afición que nunca les olvidará. "Fue una temporada muy complicada, el año anterior, en el que se bajó, yo estaba en el filial. Pasamos del todo a la nada", relata este bombero que trabaja en Cangas del Narcea.

Cuétara lo tiene claro: "Fue el año que más cerca estuvo el Oviedo de desaparecer pero aún así tengo un recuerdo genial por el equipo que formamos y por cómo nos trató la afición. El único pero fue que no ascendimos, lo demás fue todo perfecto: entrenadores, equipo, fisioterapeutas... Allí no había ninguno que no estuviera implicado. Nos sentíamos partícipes de estar salvando algo que si no iba a tener mala solución. Además veías a los aficionados muy implicados y eso te da mucha fuerza".

Una lesión de rodilla lastró a Cuétara. Tras salir del Oviedo se fue al Narcea y tras unos pocos años sacó la plaza de bombero y dejó el fútbol. Ahora está más preocupado por la sequía que azuza los incendios que por cualquier otra cosa: "Siempre me gustó lo de bombero y la verdad es que estoy muy contento. Esta temporada casi todos los días hay incendios". Su trabajo en el Occidente de Asturias le ha llevado a intervenir en algunos de los fuegos recientes: "Estuve en Muniellos, en Grandas y en Pola. Son zonas con mucha amplitud de monte y para abarcarlo todo es complicado".

En la época en la que le tocó compatibilizar su trabajo de bombero con el de futbolista lo llevó bien: "Como hacía dos cosas que me gustaban mucho lo llevaba fenomenal", reconoce. Amante del deporte, ahora es la bicicleta la que le apasiona y sale cada vez que puede a pedalear. Una foto demuestra que ha subido en bicicleta a la mítica cima Coppi, a 2.760 metros de altitud. También la gusta salir a cazar con sus perros. Cuétara se dedica a apagar fuegos y para ello ha de estar pendiente del tiempo y del teléfono por si hay emergencias. Pocos saben que uno de los que se dedica a evitar que los bosques asturianos sean pasto de las llamas fue también uno de los futbolistas que defendieron al Oviedo cuando el equipo más lo necesitó trataba de salir del infierno de Tercera.

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