La del 7 de junio de 2015 no fue una derrota dolorosa para el Oviedo. Los carbayones cayeron por 2-1 en el Nou Estadi ante el Nástic, pero fue una derrota llena de felicidad. La derrota se produjo en un encuentro que llevaban esperando más de 13 años, su primer choque tras consumar el ascenso a la Liga de Fútbol Profesional, tan solo una semana antes.

Temporadas atrás, cuando la Federación Española decidió cambiar el sistema de ascenso a Segunda, instauró una eliminatoria para definir el campeón de la campaña en la categoría de bronce. Una especie de homenaje a los dos equipos que previamente habían logrado el ascenso por la vía rápida.

Los azules lo hicieron en Cádiz, en un 31 de mayo de 2015 que quedará para la historia gracias al tanto de David Fernández. Sin embargo, la temporada no terminaba ahí y el club oviedista tenía que medirse al Nástic en la búsqueda del título de Segunda B. La ida fue en Cataluña, curiosamente la única comunidad autónoma que no había visitado el Real Oviedo en sus temporadas de barro.

Sergio Egea decidió premiar a sus hombres menos utilizados durante la temporada regular. Incluso cuatro jugadores por aquel entonces del filial -Cristian Rivera, Johaannesson, Allyson y Emilio- formaron parte de la convocatoria. Egea decidió poner en liza un once formado por Gorka; Johannesson, Charlie, Sergio Sánchez, Redondo, Omgbá, Sergio García, Allyson, Dioni, Borja Valle y Cervero. Después participaron Cristian Rivera, Dani Bautista y Emilio Morilla. La convocatoria la completaron Esteban y un Eneko que tuvo que abandonar prematuramente la concentración porque iba a ser padre. Sergio García logró hacer el único tanto del conjunto azul aquella mañana de junio. Únicamente Johannesson sobrevive en la primera plantilla. El resto de futbolistas que participaron en aquel encuentro ya no forman parte del equipo carbayón, al menos en el primer plantel. Y es que Dani Bautista es ahora el delegado de la entidad. Gorka puso rumbo al Sestao, Charlie forma parte del Valencia B y Sergio Sánchez, del Melilla. El cuarto integrante de aquella defensa, Manu Redondo, juega ahora en el Doxa, de la liga de Chipre.

En el centro del campo, Omgbá probó fortuna en el Hércules tras debutar con el Oviedo en Segunda, mientras que Sergio García jugará esta temporada el playoff de ascenso a Segunda con el Cartagena, al igual que Dioni y Diego Cervero con el Fuenlabrada. Allyson puso rumbo al filial del Levante y Borja Valle, tras ser parte de la plantilla azul en Segunda, milita ahora cedido en el Elche tras su paso por el Deportivo en Primera. En la máxima categoría también está Cristian Rivera, en esta ocasión con el Eibar, mientras que Emilio Morilla ejerce como uno de los capitanes del Vetusta tras una cesión al Caudal en la pasada temporada.

En las filas rivales, dos de los titulares en aquel encuentro aún permanecen en el club. Son Xavi Molina y Ferrán Giner, mientras que Gerard Valentín, que entró en la segunda parte, también sigue siendo parte de la plantilla tarraconense. Además, David Rocha cambió la camiseta roja del Nástic por la azul del Real Oviedo tras un paso por Estados Unidos.

Pese a la derrota del encuentro de ida, el final de temporada fue feliz para los azules. Dos tantos de Dioni y uno de Diego Cervero pusieron el broche de oro en la vuelta, disputada en el Carlos Tartiere, y los azules se hicieron con el título de Segunda B antes de abandonar el barro.