El vestuario del Oviedo asume la decepción de Tarragona. En la misma línea que Fernando Hierro, los futbolistas reconocen que el empate en el Nou Estadi (2-2) es un paso atrás en las aspiraciones de los azules para estar en el play-off de ascenso. El sexto puesto se mantiene a dos puntos de distancia, con una jornada menos por disputar.

Carlitos de Pena, una de las novedades en el once de ayer, hace autocrítica sobre el encuentro ante el Nàstic. “Nos faltó la valentía de la primera parte, la valentía para jugar, para tener la pelota. También rebeldía porque con 1-2 podíamos haber hecho el tercero y acabar con el partido. Fue un resultado justo y la culpa es nuestra. Hay que pasar página pero siendo consciente de que lo hicimos muy mal”, analiza el extremo. “Teníamos el partido controlado, podíamos llevarnos la victoria y al final fuimos nosotros los que perdimos dos puntos por no continuar el trabajo de la primera parte”, añade Carlitos.

El uruguayo entró en el equipo inicial de Hierro, en un intento por ganar profundidad en la banda izquierda. Y el uruguayo respondió de primeras: suyo fue el primer centro y el primer disparo, un zurdazo a las nubes. A los 16 minutos obtuvo su recompensa. Susaeta centró desde la derecha con precisión y el extremo puso la bota para alojar la pelota en la red. Con el tanto, el 0-1, lograba su segundo estreno del día, esta vez como anotador.

En la línea del resto del equipo, la contribución de Carlitos descendió en la segunda mitad, hasta que Hierro decidió sustituirlo a los 77 minutos por Saúl Berjón. Su saldo fue más que positivo.