El regreso de Cani al Zaragoza no ha sido todo lo bonito que a él le hubiera gustado. El mediocentro, con una larga y fructífera en Primera División, volvió al club de su tierra, en el que se formó y en el que empezó a destacar en la máxima categoría, con la aspiración de culminar su carrera devolviendo al equipo maño a lo más alto. A falta de cuatro jornadas, la lucha en la que están inmersos es la de certificar la permanencia.

Cani reconocía que Oviedo y Zaragoza llegan necesitados al encuentro de hoy, aunque se trata de necesidades diferentes: "Los dos nos jugamos mucho, lo de ellos es más bonito y lo nuestro más peligroso; vamos a salir sabiendo de la importancia de los puntos y a intentar ganar". El mediocentro, de 35 años, también reconocía la dificultad de jugar en el Tartiere: "En su campo son muy fuertes, va a ser un partido dificilísimo, pero si ganamos prácticamente podemos estar salvados", añadía.