Si la perspectiva se analiza desde el terreno de las sensaciones, lo mejor es mirar a la próxima temporada. Parece la decisión más sensata después de la trayectoria de los azules en el tramo final de la competición, su fragilidad fuera de casa y el colofón de Córdoba. Ni los propios jugadores creen en el milagro, ya que han desterrado la palabra "play-off" de sus discursos. Pero los números sí admiten algún resquicio. El fútbol es caprichoso, cosas más raras se han visto, y la rendija por la podría colarse el Oviedo, aunque mínima, existe.

El cálculo se reduce a los cuatro equipos que luchan por las dos plazas en liza. En estos momentos el Cádiz es quinto, con 61 puntos; el Valladolid, sexto, con 60; el Huesca, séptimo, con 59; y el Oviedo, octavo, con 55. A los cálculos hay que unir los duelos particulares, que deciden la clasificación en caso de igualdad de puntos. El Oviedo pierde el golaverage particular con el Huesca, lo gana con el Cádiz y lo empata con el Valladolid. En este último caso se acudiría al general, que en estos momentos es de +6 goles para los pucelanos y de -3 para los azules. Por lo que parece complicado recuperarlo en las dos últimas jornadas.

De todos los resultados posibles (victoria, empate y derrota) entre los cuatro conjuntos involucrados a los azules solo le sonríen 21 de las 2.187 combinaciones posibles (Valladolid y Cádiz se enfrentan en la última jornada), o lo que es lo mismo un 0,96% de todos los resultados. Además, habría 12 combinaciones más que se resolverían con el total de goles de Valladolid y Oviedo. Para ganarlo, los azules deberían recuperar el déficit de 9 tantos actual.

En el caso de que el Oviedo gane los dos partidos restantes (Sevilla Atlético y Elche) lógicamente sus opciones crecerían. Pero aun partiendo de ese supuesto, el pase al play-off se antoja complicado. Entre todos los marcadores que se pueden dar hasta el final, el Oviedo se colaría sexto en 21 de las 243 combinaciones. Solo supone el 8,6% del total. Además, en otros 12 supuestos se miraría al golaverage general de oviedistas y pucelanos.

Conscientes de la dificultad de la empresa, los futbolistas afrontan el tramo final con realismo. Hablan de luchar por la victoria para honrar el escudo y al club, pero sin mencionar la remota posibilidad de ser sextos.