La etapa de Jon Erice en el Oviedo ha terminado de una forma abrupta. No se respetará el año adicional que el jugador tenía firmado con el club. Tampoco se esperará al final de la competición. Su altercado con un aficionado en plena calle ha hecho que el club y el entrenador tomen cartas en el asunto. Se trata de una decisión consensuada: el Oviedo, tras el visto bueno de México, le apartó ayer para evitar que se entrenara con el resto de sus compañeros y el entrenador apoyó la postura al no incluirle en la lista para el decisivo choque en Elche. El encuentro ante el Sevilla Atlético del pasado domingo es el último que ha disputado Erice con la camiseta del Oviedo.

La plantilla pisó ayer el césped de El Requexón a las 10.30 horas ante la presencia de los medios gráficos, que pueden presenciar los primeros 15 minutos de las sesiones a puerta cerrada. Erice no estaba en el grupo. Ahí llegó la primera explicación del club: el Oviedo no haría comunicado ni similar, pero había decidido que el capitán no se entrenara con el grupo. Pretendía el club que hablaran las acciones y no las palabras. "El club está por encima de todo y de todos", aseguraron fuentes de la entidad. Previamente, se había consultado con los abogados del club las consecuencias de que el navarro no se entrenara con sus compañeros.

Como en todas las decisiones de calado, el primer paso llegó desde México. Arturo Elías dio el visto bueno y el club decidió apartar de forma inmediata al capitán. Como explicó Hierro se trata de una postura consensuada y así se materializó de cara al público: el club le apartó de los entrenamientos y el técnico le dejó fuera de la lista para Elche.

La decisión se tomó a raíz del incidente que protagonizó el capitán con Ignacio Suárez, representante del grupo Symmachiarii. El navarro acudió en la tarde del miércoles al negocio familiar del seguidor, en la avenida de Santander junto a la calle Uría, para recriminarle las críticas que había recibido por parte del grupo en el último choque ante el Sevilla Atlético. Entonces, desde el fondo ocupado por Symmachiarii se pidió su salida y se mostró una pancarta que rezaba: "Un buen capitán nunca hunde su barco". Unas declaraciones contra los capitanes de Ignacio Suárez a la cadena Ser terminaron por provocar el enfado del futbolista.

Erice se presentó en el interior del negocio y Suárez le instó a hablar fuera. Fue en la calle donde se grabó el vídeo que se hizo viral. El futbolista estaba acompañado por su mujer, una hija y un amigo. Todos presenciaron la acalorada discusión con el representante de Symmachiarii, de unos cinco minutos de duración. Alguien grabó la escena desde la otra acera.

El club estaba informado del incidente antes de que el vídeo empezara a circular de móvil en móvil. El ciclo de Erice en Oviedo veía su final. Se quería solucionar todo de forma privada, pero la publicación del vídeo aceleró los acontecimientos.

A Erice le resta otro año de contrato en el club, después de haber ampliado su vinculación la temporada pasada. Las dos partes, sin embargo, parecen condenadas a entenderse para recortar los plazos y que el navarro quede libre el junio. Todo el mundo entiende que la mejor solución es separar los caminos la próxima campaña pero, con contrato en vigor, queda por discutir las condiciones del acuerdo.