Fernando Hierro eligió el Oviedo por foguearse en una plaza de verdad. Quería saber si podía dedicarse a los banquillos y eligió un lugar con una exigencia máxima. Y Oviedo es otra cosa. El técnico entró prometiendo buen fútbol y trabajo. Logró lo segundo (lo primero sólo por momentos) y llegó a ilusionar durante una parte de la temporada con un futuro en Primera. La marcha se truncó al final y club y entrenador han decidido separar sus caminos. Hierro termina su primer curso como entrenador con la sensación de que podría haber logrado algo que finalmente se escapó tras un nefasto final.

El primer acercamiento a la labor de Hierro en el Oviedo viene por el terreno de la estadística. El malagueño ha dirigido en Segunda 42 partidos, con 17 encuentros ganados, 10 empatados y 15 perdidos. Su Oviedo presenta 47 goles a favor y en contra. El equipo finalizó la Liga octavo, al sumar 61 puntos y en la Copa del Rey fue eliminado en su primer encuentro, ante el UCAM: 4-3. En el total de los 43 partidos oficiales dirigidos, el malagueño ha ganado el 39,5% (17), ha empatado el 23,3% (10) y ha perdido el 37,2% (16).

Hierro entra en el Oviedo con ilusión y declara que es un "lujo entrenar a un equipo con 20.000 socios". Al equipo, sin embargo, le cuesta encontrar un patrón de juego. Y se presenta en Cádiz, jornada 5.ª, ante la primera situación de alarma. En el Carranza el equipo gana con autoridad (0-2) e inicia un impresionante despegue. Incluso se pone segundo. Sucede tras un bonito empate (1-1) ante el Lugo. Hierro lanza flores: "El equipo tiene alma, espíritu y lo da todo".

Los días de festejos se cortan de forma abrupta: 4-0 en Huesca. El entrenador habla de un caso aislado, defiende que no volverá a pasar. Pero la herida fuera se hace más grave con las siguientes salidas: 5-1 en Alcorcón, 5-3 ante el Sevilla Atlético, 3-0 en Almería... El Oviedo tiene un serio problema fuera de casa.

El equipo se había reforzado convenientemente en el mercado invernal y el juego, por momentos, mejora. Se asienta en la zona de play-off con la ayuda de Costas en el centro de la zaga, la irrupción de Berjón en la banda y las apariciones de Borja Domínguez. Rompe su mala racha fuera ganando al Mirandés (0-2) e incluso se plantea el asalto al segundo puesto.

Cuando pocos lo veían venir, el equipo entra en una depresión de juego y resultados que le hace ir consumiendo, poco a poco, su renta respecto al séptimo. Los 3 puntos de 21 sumados entre las jornadas 34.ª y 40.ª le condenan fuera de play-off- Hierro es crítico tras caer en Córdoba: "Nos falta una cosa que no se puede comprar: carácter".

Aunque al equipo le queda una última vida al sonreírle los resultados. Debe ganar en Elche y esperar un par de marcadores. Hierro se agarra con optimismo. Pero esa semana, un suceso extradeportivo sacude al club: Erice es apartado tras encararse con un aficionado en la calle. La última rueda de prensa en El Requexón es la más sincera de Hierro. Habla de que el club necesita un "proyecto" y se lamenta del ruido existente. "Aquí pasan cosas que no había visto nunca", señala. El equipo gana en Elche pero es insuficiente. Hierro cierra su etapa en el Oviedo de acuerdo con el club en una temporada en la que se vivieron momentos de esperanza pero que acabó de forma amarga.